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domingo, diciembre 01, 2013

El último canto de Smash, Musical Express 1.979

Después de sus solitarios romances con sus ideas musicales y sus músicas de ideales, de cooperativas y "flyes" de dudoso éxito y algún que otro devaneo con la diosa inspiración, el dolor de la vida con vericuetos de goma republicana, Julio, Gualberto y Antoñito deciden en 1.979 iniciar una segunda etapa de Smash .

 
Temas nuevos apoyados por Juan Fideo y Adolfo Navarro uno medio calvo y el otro con coleta, "Los Managers" de Pata Negra que eran de Huelva, que tras tres actuaciones en la sala Zeleste de Barcelona consiguen que graben en televisión el Musical Express de Ángel Casas.
 
Comienzan con un tema que Gualberto tenía compuesto como música clásica de cámara y que incluiría ese mismo año en un E.P. de título homónimo con este tipo de música, "Otros Días", que en la versión de Smash daba un exquisito juego con el bajo de Julio y la batería de Antoñito, maestría trepidante de ambos en todo el tema, aunque el Cum Lauden se lo lleva el lucimiento a la guitarra de Gualberto, un tema que en algunas partes contenía letra y cantos a tres voces, pero que en el directo que nos quedó del Musical Express decidieron dejarlo instrumental.
 
El día que grabaron se encontraban en los mismos estudios Lole y Manuel, decidiendo tocar un tema juntos, "Tiny Peter", seguramente aquél que quedó sin incluirse en Vanguardia y Pureza del Flamenco titulado entonces como "Pequeño Peter", hipótesis no sólo basada en la semejanza del nombre, sino en que en el Catálogo de la Biblioteca Nacional figura una reseña de un single de Bocaccio de 1.973 que contendría en la cara A el tema "Tarantos" y en la cara B el tema "Tiny Peter", desconozco si este single llegó a publicarse, yo no he encontrado ninguna referencia, pero lo que sí quedó es registrado en dicho catálogo.
 
El tema en sí es pura ambrosía musical adornada con las palmas y el "lalalá" de Lole, comienza con la guitarra flamenca de Manuel, entrando todo el grupo rockero a ritmo de tango eléctrico y la voz en inglés de Julio, uniéndose al poco las palmas de Lole y arranca su voz "lalaleando", contrapunto de esencia flamenca, un tema que engrandece por sí el Rock Andaluz.
 


"Tiny Peter" con Lole y Manuel "Musical Express 1.979".
 
Concluyen con "Provocar", un tema de potente rock, con Julio Matito cantando en español, un Antoñito desencadenado y Gualberto enérgico a la guitarra, la nueva y vigorizante etapa que querían imprimir como sello del grupo. Posteriormente este tema también fue retomado por el grupo Parachokes, dando nombre a uno de sus L.P.
 
Todo el proyecto de estos nuevos Smash se derrumbaría con la muerte en accidente de tráfico de Julio Matito, el día siguiente a la grabación de este Musical Express, el 13 de julio de 1.979. Volverían a unirse en Sevilla en el campo de los Salesianos en "Un detalle con Julio Matito", festival montado en su memoria y en el que participaron Smash, Alameda, Imán, Guadalquivir, Silvio y Luzbel, La Pata Negra, Al Andalus, Storm, Cuarto Menguante y Piedra, deslucido por la lluvia, de los grupos sevillanos punteros sólo faltó Triana. Posteriormente en 2.006 Smash volvió a tocar con Gualberto, Antoñito y Henrik en el homenaje que la Abuela Rock tributó en Montilla al Rock Andaluz, y con Manuel Molina en la XV Bienal de Flamenco de Sevilla en 2008 y en el Extremusika de 2009.
 
Ahí quedó Julio Matito, aquel que dijo: "Yo antes creía que el flamenco-rock era coger una sevillana o un fandango y pasarlo a la guitarra eléctrica. Y no es así, el flamenco es como el blues, hay que entenderlo, hay que sentirlo. Yo he vivido con los gitanos cerca de año y pico, y aprendí que lo primero es meterte en el compás, y casi ser gitano y luego tocar." Amén.

viernes, noviembre 29, 2013

Vanguardia y pureza del flamenco, el Rock Andaluz de Smash

A rey muerto, rey puesto, desaparece García Pelayo de la esfera de Smash y aparecen Oriol Regás con el sello Bocaccio, Alain Milhaud y Ricardo Pachón, este último desembarca con Manuel Molina bajo el brazo y el flamenco en el horizonte musical. Entre fiestas en compañía de los ácidos y la arena de la playa, de Aro, y el estudio de grabación, transcurre el devenir de este nuevo L.P. de Smash.

 
Bocaccio mete mano en la publicación de los temas grabados y la autonomía financiera y compositora del grupo toca a su fin, Gualberto es el primero en abandonar, siguiéndole al poco Julio Matito; sólo se publican dos single, "El Garrotín" con "Tangos de Ketama"  y "Ni Recuerdo, ni Olvido" lisiado al publicarse en las dos partes del vinilo pequeño. Corría el final de 1.971 y principios de 1.972 y la aventura flamenca de Smash quedaba orillada en la acidez de una compañía discográfica, una historia repetida.
 
Es en 1.978, con el Rock Andaluz produciendo temas por doquier y con Bocaccio integrado en Zafiro, cuando Vicente "Mariskal" Romero decide publicar las grabaciones de Smash bajo el sub-sello Chapa, editando cinco de los diez temas grabados, en la cara A de un L.P. que compartirían con Agujetas y Manolo Sanlúcar en la cara B, de título "Vanguardia y Pureza del Flamenco".
 
El disco se abre con "El Garrotín" y ya se aprecia el sendero que andará el nuevo sonido del grupo con la incorporación de Manuel Molina, el primer intento serio de fusionar la vanguardia progresiva con el flamenco, ritmo eléctrico de garrotín con el bajo de Julio Matito para los coros en inglés y guitarras wah-wah son el inicio del tema para dar paso a la voz gitana de Manuel y su guitarra de fondo, con algún sólo progresivo de la eléctrica de Gualberto, el único éxito relativo del grupo en toda su historia; "Alameda's Blues" es el segundo tema del disco, magnífica cadencia de blues por bulerías, para dar paso a la voz de Julio Matito en inglés y acordes de la guitarra flamenca sobre el ritmo del grupo para la réplica de Manuel con contrapunto magistral de la guitarra eléctrica para volver al inicio del tema; continúa con "Ni Recuerdo, ni Olvido" el tema que mejor fusiona la trayectoria anterior de Smash con el flamenco, mescolanza de las guitarras ante la voz de Manuel y un impresionante trabajo a la batería por parte de Antoñito, definición perfecta de rock flamenco progresivo; el cuarto tema es "Tarantos" otra pequeña joya en este trabajo que abre la guitarra flamenca de Manuel para dar paso a coros ingleses, violín y tabla hindú, con los ritmos hermoseando el conjunto, un disfrute para los sentidos; cierra "Tangos de Ketama" posiblemente el tema más flojo, aunque con un trabajo demoledor del bajo de Julio que lleva todo el peso de la composición, junto a la voz de Manuel, los coros algo desajustados al tema y un buen sólo de guitarra eléctrica ponen los contrastes.



"El Garrotín" con imágenes del documental "Underground la ciudad del arco iris".

No viene a cuento desarrollar los temas de Agujetas con Manolo Sanlúcar que componían la cara B que debió pertenecer a los otros cinco temas perdidos en la grabación de Bocaccio, cuyos títulos serían "Pequeño Peter" (¿el tema que años más tarde tocaron en un Musical Express como Tiny Peter?), "Blues a las diez", "Al amanecer", "Arriba el cielo" y "Abalorio", una pena el olvido de estos temas en el limbo musical, los menos comerciales de la estancia catalana y, seguramente, los que contemplarían una muestra más interesante de la fusión de Smash.
 
Fin del Grupo, en mayúsculas, y comienzo de un sonido con esencia y aroma que algunos quisieron defenestrar y otros queremos seguir paladeando.
 

miércoles, septiembre 29, 2010

Smash, We Come to Smash This Time

Antonio Smash manda una carta a Gualberto, indicándole el desastre en que se estaba convirtiendo los directos del grupo, con miembros que iban y venían, siendo los más asiduos, Mané y Silvio, así que vuelve de su viaje de Estados Unidos y con él, trae un nuevo instrumento que une a la sonoridad del grupo, el sitar.

La escasa promoción del disco anterior por parte de la discográfica y el desencanto que supuso y ante la presión de grabar un segundo L.P. de forma inmediata, Smash se plantea romper con Phillips, pero antes estaban obligados por contrato.



La compañía se luce con la portada, el nombre del grupo de forma repetida y superpuesta sobre fondo blanco, escenificando la intención de dar por terminada la tensa relación contractual sin ningún tipo de esfuerzo promocional. El título del disco es toda un declaración de rabia "We come to smash this time" (Esta vez venimos a golpear) y pasan del tono blues del anterior a ser un disco totalmente progresivo y psicodélico.

El primer tema del disco ya salió como adelanto en un single y en la portada aparece un quinto miembro de Smash que no es otro que Silvio Fernández Melgarejo, asiduo en los directos, en la única grabación que realizó con el grupo, aportando las percusiones de este "Well, you know" de vibrante onda progresiva y potente guitarra; en "First mouvement" la melodía armónica de las voces se posan sobre el fondo progresivo del clavicordio, creando una atmósfera magnética propicia para el destacado final de guitarra; por primera vez en Smash aparece el flamenco, proviene del desgarro quejumbroso de Juan Peña "El Lebrijano", sobre otro sonido nuevo, el sitar, y la tabla india de acompañante rítmica consiguiendo un sugestivo efecto al escuchar este tremendo "Behind the Stars"; el martillador estribillo a coro de "We come to smash this time" hace que sea considerado como un himno de la banda, para mí un tema plano y huero que fue sacado como single promocional del L.P.; la cara "B" de ese single fue "My funny girl" bonita balada de carácter folk en modo acústico; algo de blues y rock psicodélico para "Don't be sad baby" donde destaca el magnífico trabajo del bajo y la batería, con final trepidante; batería y bajo que vuelven a destacar en "Fail safe" sobre la voz deformada de Julio y las guitarras acedadas para completar un tema que podría ser el más progresivo e indómito de la banda; para terminar un tema de guitarras escueto y con alusivo "Good bye" más dirigido a la compañía de discos que al disco en sí.



Con algunas pinceladas de obra maestra y, sobre todo, con ese primer paso hacia el flamenco, este segundo L.P., realizado con prisas, apenas si se promociona y la banda, buque insignia del underground patrio, se replantea su futuro, fuera ya de la multinacional que encorsetó su creatividad.

El siguiente enlace tienes los créditos del disco:
We Come to Smash This Time

martes, septiembre 28, 2010

Smash, Glorieta de los Lotos


Fichados ya por la multinacional Phillips, la compañía decide grabar el primer L.P. de Smash. Su título, "Glorieta de los Lotos", hace referencia al lugar del parque sevillano de María Luisa donde tanto los componentes de la banda, como amigos y otros músicos solían reunirse a pasar veladas musicales y de liberación del espíritu, sensaciones fluctuantes entre el aroma de las flores y los humos chamánicos.



Un disco atípico, ya que Gualberto apenas si participa en él, algún desacuerdo entre los miembros de la banda y su recelo con la multinacional, le hacen acometer su viaje a Estados Unidos, solamente participa en cuatro temas, todos ellos de la cara "A" y no firma ninguno como autor, aparte del homónimo del L.P., firmado como Smash. El desencuentro se plasma en la portada, donde aparecen los otros tres miembros del grupo en fotografía desdibujada y en claroscuros.

La composición de los temas alterna entre el blues psicodélico y el más puro Rock'n Roll, se abre con "Forever walking" donde el ritmo melodioso del principio se va transmutando en psicodelia absoluta ante el empuje de la guitarra de Gualberto; continúa con "Light blood, dark bleeding" un precioso blues de guitarras acústicas y la voz de Julio Matito de soberbia ejecución; en el corto "Free as the green little men" siguen por los senderos bluseros y acústicos; es el clavicordio de Gualberto el que en "Tove and all that" sustenta el toque psicodélico de esta balada; "It's only nothing" es uno de los grandes temas de este vinilo donde con un comienzo por derroteros del Blues gira bruscamente hacia caminos más rockeros con las guitarras en plenitud maravillosa; descansan con la onírica "Glorieta de los Lotos" con letra reivindicativa de la persecución de las melenas en paz; en el blues "Nazarin again" Julio Matito se transmuta en Dylan sevillano y el sonido del violín de Henrik inunda la composición de reminiscencia del folk; "Love millionaire" fue el tema elegido para lanzar en single, aunque en la cara "B" del mismo, junto a un tema, "Well, You Know" del segundo L.P. en la cara "A", y en él la guitarra acústica camina por sendas psicodélicas; giran completamente en "Sitting on the truth" donde la presencia de Jimi Hendrix es notoria, el desenfreno de la voz, el bajo y la batería dan paso a una guitarra de insistente delirio, sin duda el momento álgido del disco; "Ottenos", Sonetto al revés, es justo eso, un experimento grabando al revés ese tema ya presentado en single anteriormente; el instrumental "Ahimsa" es una balada donde las tablas indias nos transportan al universo védico bajo cubierta de guitarras acústicas; para terminar un poco de los entresijos del estudio de grabación en "Rock and roll", el grupo en dialéctica sobre como tocarlo y, entre ensayos, al final el tema completo sonando como su nombre.



Resumiendo, un espléndido trabajo donde Smash se desboca en una frescura que ya se echará de menos en toda su carrera, a pesar que aquí el flamenco brilla por su ausencia, o quizás por ello.

Podéis ver los créditos del disco en el siguiente enlace:
Glorieta de los Lotos

viernes, abril 09, 2010

Decision de SMASH



Sencillo nuevamente editado por Philips (a su vez, el sello Pérgola, para Círculo de Lectores, lanza un vinilo chico, en formato EP, muy difícil de encontrar con "Decision / Look at the Rainbow" en la cara A y en la cara B "I Left You / One Hopeless Whisper") sin alcanzar las ventas del anterior; en este single la psicodelia augusta del sonido Smash campa majestuosa ejerciendo de anfitriona, más que de estrella invitada; alucinógenos flashes sonoros donde los sentidos desvarían hacia la inconsciencia.

El tema que firma Henrik, "Decision", nos transporta a unos Beatles por senderos country, donde las guitarras cortejan la voz de Julio sobre tonalidades veteadas de acidez.



"Look at the Rainbown" es el primer tema de Smash que firma Gualberto, en este caso junto a su mujer Jessica; sitar y tabla india para esta bella embriaguez musical, locura de esperanza y espiritualidad vibrante.



Druidas y rock.

Los créditos del disco lo tenéis en mi web en el siguiente enlace: Decision

domingo, diciembre 27, 2009

I Left You de Smash




Gracias a la distribución de la multinacional Phillips consiguen que este segundo single de la banda tenga una mayor cobertura que el primero pasando, de forma errónea, por ser el primigenio, pues poca gente conocía la existencia de aquél; aprovechando el tirón, Els 4 Vents (Diábolo), sacó una segunda tirada del "Scouting" que se vió remolcada por las ventas de este "I Left You". Se colocó rápidamente en los lugares de privilegio de las listas nacionales, compitiendo con Gwendolyne de Julio Iglesias, Don't Cry Daddy de Elvis, Rain de José Feliciano o Holly Holy de Neil Diamond. Smash salió de Sevilla para plantarse en la esfera musical como el grupo español de referencia.

Con el bajo de Julio arranca "I left You" locura hendrixiana para lucimiento de la sección de ritmo que poco a poco acelera el tema sobre una bacanal de voces y guitarras.
 

 
"One Hopeless Whisper" se asienta en la psicodelia desde el principio, con la guitarra de Gualberto contrapunteando la voz de Julio y los demás en segundo plano para, "in crescendo", dar paso al desenfreno instrumental de todo el grupo, volviendo, para cerrar, a la placidez sonora del inicio.



Smash en estado puro.


Los créditos del disco lo tenéis en mi web en el siguiente enlace: I Left You

domingo, septiembre 21, 2008

Paramnesia del Rock Andaluz

Anoche, las paradojas de los viajes en el tiempo quedaron resueltas en el Auditorio Rocío Jurado de Sevilla. Es la "Teoría especial de la relatividad" de Einstein la que formula esta posibilidad, pero solamente en una dirección, hacia el futuro, jamás se podrá viajar hacia el pasado, ayer quedó demostrado.

Los que asistimos, entre expectantes y fascinados, a la llamada de la Bienal, percibimos en nuestras mentes una deliciosa paramnesia (algunos, en anacrónico afrancesamiento decimonónico, lo denominan “déjà vu”). Digo deliciosa, porque lo que allí ocurrió, nos dejó el regusto de la música con mayúsculas, de un sonido que quisieron enterrar pero solo estaba aletargado, ahí está poderoso, como Lole, esa voz plena de musicalidad y potencia, que inunda por sí sola (¡Ay, Manuel!) un escenario; como Pata Negra, en una actuación sin par, solo Rafaelillo queda (que bien que te recuperamos), pero sólo se basta; como Cai, en segunda juventud (¿visitaría Ponce de León la Bahía antes de partir a las Indias?) con Alegrías de ensueño; como Guadalquivir y su jazz por bulerías de origen védico y una flamenca mohiniattam de danza hipnótica; como Alameda y su apuesta por sonidos primigenios caminando calle arriba, apuntando alto, y aquí Eduardo, de frialdades nada, álgido el momento y el ambiente cálido, ¿no queríamos emociones?, pues de golpe todas; como Tabletom o el arte de la música del gruñido, no te quites con el trabajo que nos está costando; como Imán pincelando bulerías que no por mucho escucharlas sabremos como suenan, siempre algo mágico, siempre algo nuevo; como Smash de guitarras límpidas en su progresividad gualbertiana avanzando hasta el encuentro (¡Ahora sí, Manuel!) con el flamenco rancio, de cuerdas y quejíos.

Pero en todos, un denominador común, las ausencias, esas que demuestran que un viaje al pasado no es posible, a las Paradojas del Abuelo, los Gemelos o la de Hawking, habría que añadir la del Rock Andaluz. La noche era de nostalgia y como tal la disfrutamos retorciéndose la memoria en tortuosos mensajes ya vividos de juventud y la conciencia frenando la euforia de la posibilidad de un pasado presente.

No era ni el lugar ni el momento para quien buscase innovaciones y desafíos arriesgados, para eso ahí está el futuro, enfrente, algunos apuntan a la diana de un mañana luminoso, otros se empeñarán en continuar paramnésicos y serán engullidos por las nuevas formaciones. No hubiera estado de más otro concierto de las apuestas de futuro, las de estos mismos y las de los que vienen empujando, algunos fuerte, muy fuerte, una especie de combate entre “La Leyenda del Tiempo” y “La Leyenda del Espacio”, con un observador común a los dos, el Flamenco, que elabore una nueva teoría donde el pasado y el futuro se den la mano y que yo la denominaría “La Relatividad de la Paramnesia del Rock Andaluz”.

martes, junio 24, 2008

Filósofos del Underground

Una riña entre Gonzalo García Pelayo y Gong, propicia la aparición de esta primera gran banda progresiva; Gonzalo, a la sazón manager y propietario de los instrumentos de Gong, rompe con ellos y propone a Gualberto la formación de un nuevo grupo y éste llama para la causa a Antonio Rodríguez (a partir de ahora y para siempre, Antoñito Smash) y a Julio Matito, aunque en un principio se pensó en Silvio y Mané para acompañar a Gualberto. Con esta formación nace Smash al inicio del invierno de 1.968 y es en marzo de 1.969 cuando inauguran su exitosa carrera de conciertos, Gualberto con la guitarra, Julio con el bajo y Antoñito con la batería. Una escapada, la primera y única en la época de Smash, por América de Gualberto, en la que aprendería a tocar el sitar, propicia que Mané recoja el testigo guitarrero y participe en los diversos conciertos del grupo, incluido un concurso algecireño, con Mané tocando el bajo y Julio la guitarra, donde se proclaman vencedores. Es en ese concurso donde conocen a un guitarrista, guiri danés, que toca con un grupo jerezano, Los Solos, y lo incorporan al grupo, atiende al nombre de Henrik Michael y aporta, además de la guitarra, violines al grupo.

Configurado el cuarteto, el siguiente paso es una frenética carrera compositora y graban con el sello Diábolo, de vinculación gualbertiana, su primer single, “Scouting”, curiosa dualidad facial en la “B” y en las carátulas, por un lado “Ensayo nº 1” acompañando al tema principal y, por otro, “Sonetto”, pero no se publica de inmediato y, con enfado de Gualberto, cambian de casa discográfica, firmando con Philips, que sí les edita los singles “I Left You”, de cara B iría “One Hopeless Whisper”, y “Decission” con reverso del tema “Look at the Rainbow”, con el primero de ellos en el mercado se produce la distribución del escondido “Scouting”. El viaje de Gualberto a Estados Unidos, provoca su sustitución en más de un concierto, siendo habitualmente Mané el que lo hacía, aunque no era el único músico que se incorporaba en directo, fue también frecuente Silvio, que incluso aparece en portada de algún single, y otros asiduos como Julio Rabadán y Miguel Ángel Iglesias.

La revolución musical de los directos de Smash, provocadora de asombrosas perplejidades, primerizos desenfrenos, rebeldes melenas, cañameros descubrimientos y disturbios callejeros por partes iguales, se hizo imprescindible en cualquier festival progresivo en la España de la época, aunque no sólo innovaban con su música, sino que se convirtieron en el centro gravitatorio de un movimiento que perseguía una cierta utopía de naturaleza hippie tardía, nacido en el ambiente más progre de la sociedad sevillana, conocido como Underground, así teorizan en una proclama denominada “Manifiesto del Borde”, mordaz crítica a la sociedad oficialista y canto adulador de la libertad individual. En el Teatro Lope de Vega de Sevilla, acompañan con su música a esa genial interpretación de “Antígona” de Bertold Brecht por la compañía de teatro Esperpento, vanguardia cultural de la fructífera izquierda universitaria sevillana de finales de los ’60 y principios de los ‘70, dirigida por Alfonso Guerra.

Debido al peregrinaje de Europa a América del viajero volador, surgen numerosos roces con Gonzalo García Pelayo que acaban plasmándose en la grabación del primer L.P., Gualberto sólo aporta en algunos cortes y no aparece en las difuminadas fotos de la portada de este disco, donde homenajean con su título, “Glorieta de los Lotos”, a esas veladas delirantes al aire libre sevillano, bien en el santuario pacifista del parque del Líbano (que recuerdos personales, permítaseme la licencia), en el parque de María Luisa, en las escalinatas del Archivo de Indias o en el campo de lo Remedios. Un disco de fresca deformación, casi un directo, discusiones y apuntes entre los músicos incluidos, donde se mezclan blues progresivos, improvisaciones de suciedades guitarreras, canciones de impecable ejecución rockera y hasta puro Rock and Roll.

Philips, como colofón al contrato que los unía, les publica un segundo L.P., donde se aprecia una cierta desidia en la producción del mismo, nada que ver la presentación de la carpeta de uno y otro, promovido quizás por una desilusión en la casa discográfica ante la falta de ventas del anterior, aunque en las actuaciones en directo Smash era garantía de éxito, por otra parte la Philips que Smash se encontró, era una casa en decrépita caída. En el nombre de este trabajo, “We Come to Smash this Time” (Esta vez venimos a golpear), se contempla un cierto afán de revancha que no se refleja en el contenido del vinilo donde hay un paso de tuerca hacia la experimentación progresiva, seguro que por la implicación plena de Gualberto que incluye el sitar como instrumento y algún que otro guiño con el flamenco, el órgano toma posesión, igualmente de forma virginal, en el sonido smash. La promoción de este L.P. vuelve a ser paupérrima y el grupo se plantea la dirección a seguir en el futuro.

La ruptura con el ínclito García Pelayo les hace toparse con su mecenas catalán, Oriol Regás, quien les patrocina equipo, alojamiento y sueldo, convirtiendo Playa de Aro en un jauja con reminiscencias ácidas. Ya con Ricardo Pachón ejerciendo de manager y con la entrada de un nuevo miembro en el grupo bajo su influencia, el guitarrista gitano Manuel Molina (librarse del servicio militar en esa época era un caramelo demasiado apetecible como para despreciarlo), Smash da un giro hacia el flamenco, un flamenco progresivo, que de la mano del productor Alain Michaud les lleva a grabar un L.P., cuyo primer single fue “El Garrotín”, catapultándolo por vez primera a la televisión, aunque con imágenes ensombrecidas y un Iñigo con bigote retorcido, ¿cómo era posible que esos melenas fueran los que tocaban el tema?; la compañía era Bocaccio Records y después de un segundo single “Ni Recuerdo, Ni Olvido”, se olvida del L.P., a pesar de tener grabados diez temas. Este L.P. se publica en 1.978 por Zafiro, sólo con cinco canciones, como cara “A” de uno titulado “Vanguardia y Pureza del Flamenco” con Agujetas y la guitarra de Manolo Sanlúcar como “B” del larga duración. ¿Dónde estarán aquellos cinco temas restantes?

Los desmadres, la insistencia del productor en temas comerciales, los roces creativos entre los miembros y algún que otro juicio pendenciero, acabaron con la historia; Gualberto para América nuevamente y su historia solista, Julio de cooperativista y canción protesta, Henrik de moscas inglesas (¿o eran braguetas?) con Antoñito, que revolotea hasta Goma, y sirenitas de Copenhague y Manuel con su Lole del alma.

Smash renace de la mano de Julio, Antoñito y Gualberto en 1.979, con nuevos temas, sin alimentarse de leyendas pasadas, actuaciones en directo y grabación de un programa de Musical Express de Ángel Casas, donde tocan tres temas “Otros Días”, “Provocar” y, una auténtica joya, “Tiny Peter”, éste con Lole y Manuel, que casualmente se encontraban en el mismo estudio grabando. Afortunadamente esta grabación ha quedado inmortalizada ya que, al igual que otro “Grande”, Julio Matito fallece en accidente de carretera al día siguiente, está vez Smash fue golpeado en lo más profundo. El homenaje “Un detalle con Julio Matito”, reunió a casi todos los grupos sevillanos de la época en el campo de fútbol de los Salesianos. ¿Fin inevitable?

Pues no, Gualberto, Henrik y Antoñito han vuelto a reunirse en varios conciertos como Smash, uno de ellos en 2006 en el homenaje al Rock Andaluz de “La Abuela Rock” de Montilla y ahora prometen en otro homenaje al género en la XV Bienal de Flamenco de Sevilla.

Con ellos empezó todo y ahí continúan cuarenta años después, incombustibles e inasequibles al desaliento.