jueves, abril 14, 2011

14 de Abril de Goma y su simbolismo

Dos vertientes tiene la dedicación de Goma en su único álbum a esta fecha tan simbólica, 14 de abril. Por una parte, y quizás la más conocida, es la de ese mismo día de 1.931, instauración de la Segunda República española como forma de organización del Estado, cercenada por el alzamiento nacionalista que desembocó en la Guerra Civil y la posterior dictadura de Franco. Por otro lado, el 14 de abril de 1.974, fecha en la que el grupo se forma al cobijo de la galería "Centro de Arte M-11" de Sevilla.



El diseño de la portada es toda una obra de arte llena de simbolismo que intentaré explicar desde mi perspectiva. Primero comentar que la original fue modificada por la discográfica Movieplay, cambiando la bandera republicana por la roja y gualda, ilustrando esta entrada va una modificación de dicha portada de como debió ser en su origen. El autor fue el diseñador gráfico Alberto Corazón del que podemos apreciar hoy en día muchos diseños que nos son totalmente familiares, como el escudo de la Junta de Andalucía, el anagrama de la ONCE o el teléfono DOMO.

Es indudable la influencia que en su diseño recibió del sello de los Estados Unidos de América que se puede apreciar en los billetes de un dólar, donde se anuncia el nacimiento de un nuevo orden social a través del ojo de Horus (el ojo que todo lo ve) sobre una pirámide truncada de 13 pisos. Pasemos a mi interpretación, esa pirámide representa el orden viejo, la dictadura, siendo 13 el número referido a la rebeldía para abolir el status quo, recordemos que el disco salió en abril de 1.975, antes de la muerte del dictador, un período de luchas y reivindicaciones sociales, la supremacía del luciferino ojo de Horus instaurará el nuevo orden social, escrito en la leyenda de la bandera, un nuevo 14 de abril con las virtudes de aquél de la Segunda República; en la base de la pirámide el nombre del grupo GOMA, como reivindicación de la música como medio para conseguirlo.




El disco es una maravilla de enmarañadas composiciones casi instrumentales donde las pocas letras navegan en estructuras de sonora jitanjáfora, el nuevo orden presente en el rock progresivo. Una joya imprescindible.