lunes, abril 26, 2010

Sin Rencor eclipsó Akasha




La tarde se cierra en noche tras tapitas arahalenses, la compañía excelsa: mi mujer (compañera en mis obsesiones musicales), mi hija (la cantera que no cesa) y mi amigo-hermano (mi otro yo embaucado siempre) José Antonio y en el horizonte incierto “Akasha”, la de los cuatro elementos primordiales (tierra, agua, fuego y aire) transmutada en el quinto invisible, el sonido. Envuelta en evocaciones musicales como templo de sinfonía y rock, la sala se me presenta coqueta, acogedora y con la duda de si su resonancia haría honor a su nombre y a los músicos que allí se presentaban, los torroxeños “Sin Rencor”, de estos no tenía dudas, para tributar a los “Akasha” (base y esencia) del Rock Andaluz: “Triana”

La hora y el sitio, un viaje astral, otro tiempo y otro lugar. La música fluye, Marchena calla ante la bulería primigenia, “Recuerdos de una noche” y qué noche nos esperaba, desde el inicio la magia se adueño de la sala que, ya despejados mis reparos, acogía con elegancia las notas; por un momento evocamos sones pasados, pero no, era el presente y el bullicio silencioso respetaba el inmenso trabajo de los músicos, era “Triana” en el recuerdo y “Sin Rencor” en los sentidos. La concurrencia se funde, nos fundimos, en “Diálogo” con el escenario, aquello era real, estaba pasando allí en un polígono perdido en la cuna del flamenco de la Campiña; con “Rumor”, el respeto inicial entre el público y los músicos, en recíproca correspondencia, se va perdiendo, la soltura de los artista desinhibía a los oyentes que ya no dejarían de jalear y cantar los temas, fusión, química, simbiosis..., sé (ahora me consta por sus confesiones postreras, allí lo intuía) que la responsabilidad corría por los dedos y las voces de aquellos trovadores que se obligaban a más en cada tema y así se enfrentan a “Una historia”, y lo bordan, maestría y sentimiento, nunca había escuchado así este tema, me llegó fuerte. Un giro, que ahora tocaba escuchar temas propios y aflora el pedigrí de este grupo con “Se están muriendo los besos”, algunos de los presentes corean el tema, señal de que el año pasado dejaron su huella impresa en esa misma sala, y vuelta a “Triana” con “Una noche de amor desesperada” con la que algunos incluso bailaron ante la invitación del grupo a las parejas, Cupido se presentó de repente, entonces el combinado público-grupo se había mezclado como uno sólo y “Akasha” era más “Akasha” que nunca. Y llegó el momento emocionante para quien esto escribe, “Tiempos Nuevos” sonó y conociendo mis gustos personales me la dedicaron, inmerecido privilegio de escuchar el tema que más me gusta de este grupo como si fuera para mí y por un tiempo sólo existió el blues versión “Sin Rencor”, una delicia y una deuda. A continuación de nuevo “Triana” con “Desnuda la mañana” me devolvía a la realidad del espacio/tiempo, a lo que habíamos venido y en lo que, con gusto y maestría, estábamos, un homenaje a los más grandes por otros que ya lo son.

El descanso sirvió para recuperar el cuerpo y apaciguar el espíritu, pero no para templar las ansias de seguir con el tributo, el ajeno y el propio, porque aquello ya no se podía parar y si la primera parte fue de categoría, lo que nos esperaba lo superó con creces. Se inició con “Todo es de color” a modo de introducción a “En el Lago”, ¿Marchena no sabe tocar las palmas por bulerías?, ¡ay Platero que ocurrencia!, no hacia falta evidentemente, fue un guiño a seguir con la fiesta, el envite salió caro porque el público ya no paró de aquí al final y a eso había que responder, y ¡cómo respondieron!, continuaron con “Luminosa Mañana” con un final apoteósico en un “in crescendo” progresivo, todos estábamos entregados y, atinadamente, estrenaron un tema propio “Imaginando” que se me hizo corto, intimista y de una ausencia reflexiva... y otro golpe de efecto, un “Sr. Troncoso” más eléctrico que nunca enlazado con “Necesito”, que nos dejó sin resuello, ya la sala era un puro coro y el grupo se gustaba en el pequeño escenario, se les veía disfrutar y se traducía en una entrega sin concesiones, el regusto a “Triana” se paladeaba con sabor a “Sin Rencor” y otro tema propio “Historia del amor” inundó el ambiente, que gran canción , que gran interpretación, que buenos que son.




Continuaron con otro de sus temas “A la sombra de mi inspiración” para enganchar a los asistentes con “Tu frialdad”, con palmas, mecheros y voces, climax trianero para acabar, pero eso era Marchena y allí hay que mamar, otra, otra... amago y “Abre la Puerta”, espectacular versión con un solo de batería que nos exaltó, terminado en fotografías desde el grupo a la concurrencia, la sintonía era perfecta, otra, otra, otra... “No me preguntes por qué” intentó cerrar el concierto, pero los ánimos no estaban para salir por la puerta, otra, otra, otra... vuelve a sonar “Tu frialdad” desde arriba y desde abajo, otra, otra, otra... y vuelven a repetir “Recuerdos de una noche”, una noche para no olvidar.




Momentos muchos, y los elemento primordiales cinco, las guitarras, tres, flamenca, eléctrica y rítmica, maestría en acordes, punteos, y shuffles por parte de Platero (Daniel), Miguel y Juanma, los teclados, por momentos parecían de la calle Feria, dominados por Rubén, el bajo, me impresionó sobre todo en los Blues, pulsado por Luismi, la batería y percusiones, perfecto el trabajo en los platillos y sosteniendo el ritmo, en las baquetas de Antonio, sonó a la Cava, y lo bordaron con las voces Rubén y Platero (Daniel).

En las más de dos horas de concierto, por momentos sonó Triana y en Marchena se escuchó a Sin Rencor. Enhorabuena.

P.D.: Vídeos grabados por Jose Antonio Molina (Nervion1905)