Desde este blog he criticado
duramente las acciones del Consejo de Administración del Sevilla F.C., S.A.D.
cuando así lo he creído oportuno, por mis escritos anteriores conoceréis que no
era santo de mi devoción el ex-presidente sentenciado a siete años de privación
de libertad, por muchos títulos y alegrías que hayamos tenido bajo su mandato,
que no gracias a él, sobre todo por el trato (maltrato) dispensado a la afición
y al socio, verdadero sustento de esta entelequia aristotélica que nos une bajo
un escudo y una bandera.
El último despropósito del futuro
(cada vez más próximo) presidiario y su Consejo de Administración fue la de
declarar, junto a la bajada muy importante y necesaria de los abonos, dos días
del club donde los abonados tendríamos que pasar a retratarnos por taquilla;
muchos pensamos que si queríamos asistir a esos partidos, la bajada de los
abonos se quedaría en agua de borrajas. Y si no hubiera sido por la sentencia
condenatoria mucho me temo que así habría sido.
Ante el nombramiento del nuevo
Presidente del Consejo de Administración, he querido guardar una prudente
espera de acontecimientos, con tres movimientos poco claros, la inclusión del
destinatario de las acciones puestas en venta por el condenado dentro del
Consejo, la continuidad de Monchi en el Consejo, una vez anunciada su deseada
marcha del mismo, y la más positiva a todas luces, la marcha del auténtico
cáncer de la gestión directiva sevillista, un incalificable personaje de nombre
Manolo Vizcaíno. Ya habrá tiempo de analizar estos cambios.
Pero sí me ha sorprendido
gratamente la decisión tomada en cuanto a las cantidades a abonar en este
primer día del club, de los dos previsto, y la inclusión en el mismo precio del
partido de vuelta de la Europa League ante el NK Maribor. Lo deseable hubiera
sido borrarlo de un plumazo y cargarse el desatino anunciado, pero no olvidemos
que prácticamente el 90 % del actual Consejo tiene su parte alícuota de culpa
en aquella resolución y estamos en España, donde la rectificación y la asunción
de responsabilidad de forma explícita es una quimera. Y aún así, nos hubieran
hecho abonar esos 10 € en Gol en el partido europeo.
De esta forma lo veo como la
entonación de un mea culpa sin necesidad de hacerse el haraquiri y si realmente
es así, bienvenido sea; parece que desde la planta noble se empieza a mirar más
seriamente por el abonado y socio, viéndolo como un aliado necesario y no como
el enemigo al que combatir. Parece que otro talante es posible, además de
deseable.
Aún queda el segundo día del club, esperaremos
acontecimientos.