martes, junio 01, 2010

Triana de oro por Sevilla

Mayo se acaba en Sevilla con los grados de julio y en la puerta del Casino tiendo la mano al Músico, ¡qué mano! un abrazo que, en mis pensamientos, vuela a Tenerife, a ese Quijote desarmado que lucha contra gigantes a puro sentimiento y lo recibo en nombre de todos los Hijos del Agobio que no están.



En el zaguán, Zaguán entonando himnos para amenizar la impaciente espera. Cartoncito en mano por la puerta a la escalera de la izquierda, para arriba hasta que el techo os pare y allí sentados escuchando un discurso que parecía el cierre de campaña del alcalde sevillano. Por fin, remembranza trianera y Eduardo a la palestra, medalla al cuello para los suyos y a los de arriba, ahora sí ya es vuestra.



A la salida satisfacción en las miradas, fotografías inmortales y al fondo los sonidos callejeros nos anuncian que se terminó el trabajo, creo que bien hecho por toda esa gente que aún estando lejos, muy lejos, apoyaron esta idea de ilusos y dementes.



¿Dije terminar?, que va ¡¡ahora empieza!!