miércoles, enero 26, 2011

¡¡Esto es Sevilla y aquí hay que mamar!!

Desde que en los marcadores del Ramón Sánchez Pizjuán apareció el famoso spot alimentando las, ya de por sí llenas, alforjas de la victoria sevillista para estas semifinales de Copa, sólo percibo las distintas caras del miedo.




La voz del miedo en los distintos medios de radio capitalinos, queriendo hacer ver una incitación a la violencia, cuando realmente es el primer gol de esta eliminatoria, un gol por toda la escuadra, que ha cogido a los defensores ultras del madridismo con la guardia baja y el paso cambiado; defensores ultras que sí generan violencia con los ataques desmedidos a la institución sevillista y a su afición, amparados en el arma más potente que existe para generarla, un micrófono cargado de prepotencia e impunidad deportiva que dan los decenios de manipulación y prebendas.

La mirada del miedo a través de leds y plasmas, cámaras en ristre para que el más analfabeto madridista pueda expresar su sentimiento de frustración atacando en un evento deportivo a la naturaleza sevillana, sin ser capaz de discernir entre una imaginaria realidad de ataque personal, mente diminuta del que se cree omnipotente sin serlo, frente al ingenio de la guasa hispalense capaz de reírse de su sombra, mente inmensa del que se ve en el espejo de su existencia. "VAMOS DEIXAR-TE SEM O TITULO".

La acción del miedo, de escapadas y huidas, del que se siente acorralado pero es incapaz de defenderse, mandando subalternos al frente del combate manteniéndose escondido en trincheras de sarcasmos trasnochados, temiendo que su propia ignorancia se manifieste en fantasmas propios y ajenos, fachada de impotencia.

Patochadas y arengas varias de defensa ante un ataque imaginario, solo presente en la mente del que ha realizado infinitas veces aquello que dice temer, lo del ladrón y la condición.

Y la verdad es solo una, ¡¡ESTO ES SEVILLA Y AQUÍ HAY QUE MAMAR!!