Olores de sábanas limpiadas a golpes sobre la tabla del lebrillo, secándose al viento que juguetea en requiebros sobre las esquinas del patio. Dolores en su sillita de enea y con su soplillo, esperando el concierto, “Abre la puerta” que la guitarra flamenca suena y el cielo del patio se cierra, conspirando a su encuentro con el piano, levitas ante el preludio y la batería entra posando tus pies en la tierra y de nuevo al cielo, gong anunciador y esa voz, ¡ay! esa voz, la eléctrica y el bajo avisando el zapateado de batería y la bulería al aire, conjunto y armonía, natural la simbiosis contra-natura, se retuercen teclas y cuerdas buscando, de nuevo, el sueño de la bulería, que se ofrece generosa a la entrada del cante y el misterio que vuelve, delicias de la vieja Triana entre el progresivo europeo, ¿cómo es posible?, arte, “miarma”, arte y las teclas, celosas de los luceros, piden bailar y cómo bailan, y la guitarra al quite flamenco y un bajo se queja, la eléctrica “pelusea” su encanto y la batería taconea con ímpetu antes del apoteosis.
Abre el cielo del patio que se muestra una “Luminosa mañana”, amanecen campanillas que se abren al tañer de la guitarra y el órgano, que las acuna, blues cadencioso despertando de su onírica experiencia, gritos de angustias entre teclados, psicodelia del dolor, lamentos de guitarras y palmas plañideras.
Los “Recuerdos de una noche” de seguiriyas de guitarras y de un órgano que se alza entre acordes, alumbrando a un insolente bajo que se atreve a manifestarse para dar paso a los bombos y platillos por ritmos de bulerías, nocturnidad y alevosía en los sentidos, voz de romanticismo morisco dialogando a su amor y la eléctrica lisonjea a los ritmos, cadencia de 5 por 8, ecuación musical y no quiere abandonarse, caracolean las cuerdas sobre los mismos ritmos, música matemática para que vuelvan los teclados a envolver la noche, sobre quejíos se aleja la guitarra, gimiendo, que el río la está esperando.
Un grito desesperado acolchado de teclados, aunque “Se de un lugar”, blues quejumbroso, paraíso de amores sobre guitarra y la guitarra se envuelve de teclados psicodélicos, la batería busca y encuentra la voz sabia, la voz grande, pálpitos del corazón, gong final.
Y el “Diálogo” sigue, bajo, teclados y guitarras, una calmada batería y al fondo la Luna, consejera espiritual, la guitarra traduciendo los destellos selenitas y los teclados sosteniéndola del cielo y otra vez la guitarra, despertando el encantamiento.
Un gong “En el lago”, teclados de libertad mística y guitarras para amores bucólicos, la eléctrica transmuta la atmósfera siguiendo el ritmo del vuelo y redobla la batería latiendo fugazmente, ante el fin de la sonora voz y de los amores nocturnos, se acompañan todos llorando la lírica que termina, magia de armonía progresiva, balada de contrastes para la idílica letra.
En el nuevo día “Todo es de color”, amanece el gallo, cantan pájaros acompañando a la guitarra y la voz nos despereza, macetas de geranios y claveles en el patio, la cocina balbucea y Dolorcilla azuza el fuego, ante el avento los aromas se esparcen junto a las notas musicales por el cielo de Triana.
P.D.: Esta crítica del primer L.P. de TRIANA la podéis ver con las letras de los temas intercaladas con el texto, en el magnífico Blog de mi buen amigo Saldemar, lugar de encuentro para todos los trianeros, en el siguiente enlace
http://trianadiscografia.blogspot.com/2009/06/triana-1975-4-parte-letras-y-canciones.html
el me citó y yo entré al trapo.
Igualmente, con la ficha técnica del Disco la encontráis en esta página de mi web
1 OPINIONES VARIADAS:
Gracias Manuel por tu arte, “miarma”, arte...
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