El cielo y la tierra somos capaces de mover buscando historias sonoras de un tiempo ya pasado y la mayoría de las veces se convierten en historietas, sin más valor que la remembranza y con delirios de retina vieja; nos vencen las ansias de volver a vivir aquello que devorábamos en la adolescencia, como si el flujo del tiempo no corriera inexorablemente hacia el frente, siempre hacia el frente, algún requiebro en su galope, espectros maravillosos y con visiones futuribles que nos transportan e ilusionan. ¿Y la realidad actual? La vemos pasar frente a nosotros y a lomos del tiempo añoraremos cuando ya no esté para deleitarnos y buscaremos historias sonoras de este tiempo que serán recuerdos de futuras e inertes retinas, espectros que hoy son realidad y alguien nos dirá que estuvo allí y que fue maravilloso y escarbaremos para solo encontrar tierra yerma.
Porque hoy, amigos, hay gente que nos ofrece su arte, con un trabajo de fondo, tan inmenso, que no somos capaces de apreciar en su justa medida que lo que tenemos frente a nosotros es aquel tiempo añorado transportado a este sitio y este lugar, no sólo con amor por lo que hacen, sino con muchas horas frente a un teclado, un bajo, una guitarra o una batería, cuidando voces y mimando gestos, sin amargor de los sinsabores, desechando lo fácil para descubrir lo imposible y ofrecerlo, sin más regusto que el trabajo bien hecho y el orgullo henchido gritando ¡ahí queda eso!
El sábado en Torrox, donde el 2º Festival Hijos del Agobio se vistió de largo, tuve la fortuna de extasiarme ante la música, cinco grupos tan diferentes que el halo que los une se condensó en amalgama insuperable de Rock Andaluz, sentido desde todos los puntos de vista posibles, sonidos duros que olieron a especias del Magreb aderezadas con mimo por Taifa, que les tocó la dura suerte de abrir el Festival y lo dejaron servido en alfombra roja, desde Mallorca por el arte y con arte de curtidores de escenarios, gracias Luis por ese guiño, el de querer estar allí y por el otro, el que diste al ver que en primera fila lo que tenías era la inocencia de la niñez admirando vuestro trabajo, la cantera no se agotará, en ello estoy. Siguió Delola con un espectáculo que dejó boquiabierto a más de uno, a mí el primero, un repaso a la historia de este sonido que por fin encontró una voz femenina a su altura desde Lole, Sonia Berbel y donde las manos de Juan logra que se supere en cada proyecto que le veo, y no, no es pasión de amigo, aunque él crea que sí, no creo que nadie de los que estuvieron piense algo diferente y no voy a ser yo precisamente más papista que el Papa, la historia musical de este país le está reservando el trono de los elegidos. Después Mendigo con su habitual muestrario de estilos aunque como siempre digo, dónde más me gustan es en su terreno natural, lo más cercano al Rock Andaluz y al Sinfonismo, ahí lo bordan, desarrollan, muestran... vencen y en Torrox no iba a ser diferente, profesionalidad ante las adversidades del ámbito personal, tú Luisda sabes por qué te lo digo, por menos otros ni siquiera se hubieran presentado, escusas de derrotados. Arábiga continuó con la fiesta y no quiso ser menos que los demás, ese Rock Andaluz tan cordobés como ellos se volvió a vestir de largo para deleite de los que allí nos encontramos, de verde y oro disfrutando y haciendo disfrutar desbordando entusiasmo porque la maestría la llevan cosida en sus notas de Andalucía libre y ojos con brillos azabaches. De cierre los anfitriones, pura esencia trianera con matices que estremecen las entrañas, de los nuevos y de los viejos, la madera ya está tallada y los cinceles reposan, la lijas ya están gastadas de tanto pulir y el barniz ya ha dado el brillo que tenía que deslumbrar, sólo nos queda admirarlos y que se grabe su nombre entre sien y sien, Sin Rencor. Y un final apoteósico con todos los grupos en el escenario cantando Tu Frialdad para echar el telón que nunca debió caer.
Esta es la historia de este Festival vista por quien ama esta música como un simple aficionado, atrás quedan momentos de trabajo en la trastienda para que lo vivido fuera posible, meses buscando posibilidades, escudriñando cómplices, empeñando palabras, convenciendo voluntades, horas de asueto que se perdieron y no volverán, horas de familia que se echaron en falta y todo eso lo soportó una persona en nombre de la Asociación Cultural Hijos del Agobio que se empeñó en sacar adelante un proyecto que cuanto más avanzaba más parecía que sería imposible llevarlo a cabo, fechas, grupos, lugar, quiso que su pueblo sonara como plaza del Rock Andaluz con mayúsculas y a fe que lo consiguió, con la ayuda incondicional del Concejal de Cultura (no todos los políticos son iguales) que me dijo al escuchar a los grupos "aquí hay mucha calidad" ¡y tanto caballero!, a la altura de su gesto, un Concejal, que cuando el cielo de Torrox se empeñó en dar la última puntilla, no dudó en solucionar el problema, no pudo ser en el Faro, pero el Salón de Actos de la Biblioteca, acogió a los mejores músicos del Rock Andaluz actual, cultura versus cultura, con unos técnicos, que dijeron que había que sacarlo adelante como fuera, moviendo en tiempo record todo el equipo de luces y sonidos, y cómo sonó; una persona con un nombre, Antonio, con un apellido, Bueno, una profesión, Músico y un lugar de trabajo, la batería de Sin Rencor.
Sólo espero haber aproximado lo que pasó para los que no pudisteis estar, nos acordamos de todos vosotros, y, los que no quisieron aparecer quizás en el futuro busquen lo que escucharon de voz de otros, historias sonoras de la noche del sábado 3 de julio en Torrox, donde el Rock Andaluz sonó para vosotros.
Porque hoy, amigos, hay gente que nos ofrece su arte, con un trabajo de fondo, tan inmenso, que no somos capaces de apreciar en su justa medida que lo que tenemos frente a nosotros es aquel tiempo añorado transportado a este sitio y este lugar, no sólo con amor por lo que hacen, sino con muchas horas frente a un teclado, un bajo, una guitarra o una batería, cuidando voces y mimando gestos, sin amargor de los sinsabores, desechando lo fácil para descubrir lo imposible y ofrecerlo, sin más regusto que el trabajo bien hecho y el orgullo henchido gritando ¡ahí queda eso!
El sábado en Torrox, donde el 2º Festival Hijos del Agobio se vistió de largo, tuve la fortuna de extasiarme ante la música, cinco grupos tan diferentes que el halo que los une se condensó en amalgama insuperable de Rock Andaluz, sentido desde todos los puntos de vista posibles, sonidos duros que olieron a especias del Magreb aderezadas con mimo por Taifa, que les tocó la dura suerte de abrir el Festival y lo dejaron servido en alfombra roja, desde Mallorca por el arte y con arte de curtidores de escenarios, gracias Luis por ese guiño, el de querer estar allí y por el otro, el que diste al ver que en primera fila lo que tenías era la inocencia de la niñez admirando vuestro trabajo, la cantera no se agotará, en ello estoy. Siguió Delola con un espectáculo que dejó boquiabierto a más de uno, a mí el primero, un repaso a la historia de este sonido que por fin encontró una voz femenina a su altura desde Lole, Sonia Berbel y donde las manos de Juan logra que se supere en cada proyecto que le veo, y no, no es pasión de amigo, aunque él crea que sí, no creo que nadie de los que estuvieron piense algo diferente y no voy a ser yo precisamente más papista que el Papa, la historia musical de este país le está reservando el trono de los elegidos. Después Mendigo con su habitual muestrario de estilos aunque como siempre digo, dónde más me gustan es en su terreno natural, lo más cercano al Rock Andaluz y al Sinfonismo, ahí lo bordan, desarrollan, muestran... vencen y en Torrox no iba a ser diferente, profesionalidad ante las adversidades del ámbito personal, tú Luisda sabes por qué te lo digo, por menos otros ni siquiera se hubieran presentado, escusas de derrotados. Arábiga continuó con la fiesta y no quiso ser menos que los demás, ese Rock Andaluz tan cordobés como ellos se volvió a vestir de largo para deleite de los que allí nos encontramos, de verde y oro disfrutando y haciendo disfrutar desbordando entusiasmo porque la maestría la llevan cosida en sus notas de Andalucía libre y ojos con brillos azabaches. De cierre los anfitriones, pura esencia trianera con matices que estremecen las entrañas, de los nuevos y de los viejos, la madera ya está tallada y los cinceles reposan, la lijas ya están gastadas de tanto pulir y el barniz ya ha dado el brillo que tenía que deslumbrar, sólo nos queda admirarlos y que se grabe su nombre entre sien y sien, Sin Rencor. Y un final apoteósico con todos los grupos en el escenario cantando Tu Frialdad para echar el telón que nunca debió caer.
Esta es la historia de este Festival vista por quien ama esta música como un simple aficionado, atrás quedan momentos de trabajo en la trastienda para que lo vivido fuera posible, meses buscando posibilidades, escudriñando cómplices, empeñando palabras, convenciendo voluntades, horas de asueto que se perdieron y no volverán, horas de familia que se echaron en falta y todo eso lo soportó una persona en nombre de la Asociación Cultural Hijos del Agobio que se empeñó en sacar adelante un proyecto que cuanto más avanzaba más parecía que sería imposible llevarlo a cabo, fechas, grupos, lugar, quiso que su pueblo sonara como plaza del Rock Andaluz con mayúsculas y a fe que lo consiguió, con la ayuda incondicional del Concejal de Cultura (no todos los políticos son iguales) que me dijo al escuchar a los grupos "aquí hay mucha calidad" ¡y tanto caballero!, a la altura de su gesto, un Concejal, que cuando el cielo de Torrox se empeñó en dar la última puntilla, no dudó en solucionar el problema, no pudo ser en el Faro, pero el Salón de Actos de la Biblioteca, acogió a los mejores músicos del Rock Andaluz actual, cultura versus cultura, con unos técnicos, que dijeron que había que sacarlo adelante como fuera, moviendo en tiempo record todo el equipo de luces y sonidos, y cómo sonó; una persona con un nombre, Antonio, con un apellido, Bueno, una profesión, Músico y un lugar de trabajo, la batería de Sin Rencor.
Sólo espero haber aproximado lo que pasó para los que no pudisteis estar, nos acordamos de todos vosotros, y, los que no quisieron aparecer quizás en el futuro busquen lo que escucharon de voz de otros, historias sonoras de la noche del sábado 3 de julio en Torrox, donde el Rock Andaluz sonó para vosotros.
7 OPINIONES VARIADAS:
Tela marinera... del telón, dí que sí. Ahora, a seguir p'alante. Otro pasito más.
Como siempre...cierras los ojos y lo ves mientras lees.
Bonita crónica, Don Manuel.
Pero amigo, no es necesario que hables de mi...ya sabes que somos un equipo...y me da vergüenza leer esas cosas. Por suerte tengo unos amigos, mas que compañeros de grupo..y así las cosas son mas fáciles...y como bien dices, solo soy el intermediario entre la Asc. HIDEA y el resto...
pero el mérito y el esfuerzo, es de tod@s.
Ojalá algún día alguien recuerde lo que pasó el día 3 de Julio.
amm por cierto, como suelo decir... no me considero un músico...soy Carpintero jejejeje
un abrazo
Abueno
La verdad que despues de leer tu cronica Manuel,me siento muy orgulloso de estar al lado de amigos tan especiales como lo eres tu,,has plasmado las luces y las sombras de cada uno de los momentos vividos en Torrox,,leerte amigo mio es sentir en plenitud el rockandaluz,estar a tu lado y al lado de todos esos amigos,,es un honor,,gracias
Ya he dicho por algún lado que a veces no somos libres para "agarrarnos a la cola del viento para poder volar" y por ello, me quedé con las ganas de ir a Torrox.
Sé que habrán más y procuraré, por la cuenta que me trae, no perdermelas.
Un beso.
Dama aún así hay algo que te llevé para dártelo, cuando quieras te lo entrego.
Otro para tí.
Señor don Manuel. Las venas del rock andaluz llevan buena sangre. Y esa sangre fluye y brota desde un corazón que cada dia se hace más fuerte y que late al son de unos acordes robados al silencio.
Alli estuvimos, aqui estamos y aqui estaremos, dispuestos a romper ese silencio con notas desgarradas y arrancadas a nuestras almas. Todos, en conjunto, hacemos esta familia que ya somos. Aqui nace todo, porque esto que hoy estamos sintiendo, no hay muerte que lo venza, porque la musica cuando va unida al sentimiento, perdura con los tiempos y eso estamos hartos de verlo. Larga vida al rock y si es ANDALUZ pues mejor que mejor.
Un abrazo a todos, en especial para ti AMIGO Manuel.
Otro para tí Pepe. Vosotros sois los aunténticos protagonistas de esto, los aficionados tan solo disfrutamos de vuestra música.
Otro abrazo para tí.
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