Aún recuerdo la mirada alegre de un sevillista, esperando junto a miles, que su autobús le llevase hasta el aeropuerto de Eindhoven, después de conquistar el primer título que veían sus ojos. Aún recuerdo que al pasar a su lado, apresurado el paso para coger el mío con los míos, no me pude contener y dándole un pequeño cachete, aún hoy se estará acariciando la mejilla preguntándose quién era el tipo que le dio aquella “caricia”, le comenté “Ahora tú Manolo, ahora te toca a ti”, naturalmente aquél sevillista se llamaba, y se llama, Manolo Jiménez y días después se jugaba el ascenso con su Sevilla At., el tercero que disputó. Finalmente no pudo ser ese año.
Fue, como tantos otros, de acompañante de un grupo de aficionados, una especie de vigilante de autobús, como esas acompañantes en los viajes concertados con cartelito para que no se pierdan los excursionistas. Recuerdo que en el mío viajaba el entrenador por entonces del Sevilla Femenino, Sebastián Borrás. Fueron utilizados por el club, que en vez de permitirles viajar con la plantilla y la directiva, utilizó a sus profesionales como meras azafatas. Seguro que lo hicieron con agrado, ayudaban a su Sevilla F.C. que se ahorraba unos cuantos euros, aunque la procesión fuera por dentro, al menos así me consta en el corto trato con Sebastián y viendo aquella noche la felicidad en los ojos de Manolo, pienso que también él. Cuando se le necesitó, ahí estuvo, como cuando el desertor nos dejó tirado, con un equipo con los ánimos por el suelo y dio el paso; dije en su momento que el único que saldría perdiendo sería Manolo Jiménez con estas palabras “... el Sevilla ya estaba abocado al abismo y sacarlo de ahí era una empresa, cuando menos, arriesgada y nunca sería bastante con ese logro. Por otro lado, si conseguía los objetivos marcados por el club para esta temporada, habría cumplido con su obligación, sin más. ¿Qué ganaba con hacerse cargo en esta situación? Nada, simplemente cumplir un sueño y la oportunidad la tenía ante sus ojos. Imposible negarse...”
Aquel éxito del sevillismo, del primero al último (“a calvo ad calvum”) de nosostros, se los apropió, como los siguientes, José María del Nido como éxito personal del hombre más importante del mundo después del Papa, al ser el máximo responsable del Sevilla F.C., fotos y más fotos, entrevistas y más entrevistas rodeado de trofeos. Hoy era Manolo Jiménez el que necesitaba un gesto por parte de la Directiva, al menos un agradecimiento público, en la figura del máximo responsable de la entidad, José María del Nido, pero éste no ha estado a la altura, o mejor no ha bajado a la arena, se ha escondido, ha señalado sin vergüenza y con deslealtad a sus, hasta ayer, leales lacayos como culpables de la situación deportiva del Sevilla F.C. intentando desmarcarse de su responsabilidad, hoy ha sido un COBARDE, hoy ha sido un ingrato. Hoy ha pasado en la jerarquía sevillista “a calvo ad calvum”.
El día que fui padre... del Arte
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Hace 2 años
3 OPINIONES VARIADAS:
Permite que me retrotaiga a unos minutos antes de la escena que describes. Sobre el cesped del Philips Stadium el colegiado decreta el final del encuentro y nuestro Sevilla se acaba de proclamar campeón. Faltó tiempo para que junto a jugadores y cuerpo técnico que celebraban el triunfo, ese cesped se poblara de directivos. Una escena en la que casi habían más corbatas que equipaciones deportivas.
En las celebraciones de cada título la misma escena se repetía en la 2ª planta de los autobuses descubiertos, directivos y familia compartiendo (y robando) protagonismo a jugadores y cuerpo técnico, todo ello timbrado con la foto tamaño XXL del presidente.
Cada éxito tenía su debida filiación en el registro con el nombre y foto del padre bien claro, José María del Nido Benavente. Para los ¿fracasos? se ha optado por la costumbre romana del "exponere" poner fuera a ese hijo no deseado para que muera o que lo recoja quién así lo desee. Hoy, el que hasta hace poco más de una semana había que defender a sangre y fuego, no sólo por su valía como técnico, sino además por su sevillismo en definitiva, por ser uno de los nuestros, ha sido abandonado en una sala de prensa convertida en Expósito por un día. Gracias y buena suerte, Manuel Jiménez Expósito.
Antonio, acabo de leer tu comentario en relación a lo acontecido hoy con Manolo Jimenez y he de comunicarte que también me ha emocionado como has descrito el sentimiento que ha debido sentir esa criatura solo en esa sala de prensa sin nadie que dé la cara por el, él estoy segura nunca lo haría porque en la cara se le ve que es una persona de bien, de palabra, de las que ponen la cara a sabiendas de que se la van a partir como TU. Adios, un besito
"Cum quidam aegra et adfecta mancipia in insulam Aesculapi taedio medendi exponerent, omnes qui exponerentur liberos esse sanxit, nec redire in dicionem domini, si convaluissent; quod si quis necare quem mallet quam EXPONERE, caedis crimine teneri."
Como algunos dueños abandonasen en la isla de Esculapio a sus esclavos enfermos, para librarse del cargo de cuidarlos, el emperador declaro que todos los así abandonados quedaban libres, y que en caso de curación no pertenecerían más a sus antiguos dueños; añadía aún que al que diere muerte a su esclavo por no abandonarle, se le perseguiría como homicida.
Suetonio "De Vita Caesarum"
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