Hay casualidades que sólo pueden
pasar en ciertos lugares y por ciertos personajes y equivocaciones geniales que
llegan a inmortalizarse más allá de los aciertos que la provocaron. Pero
siempre tiene que haber alguien a la sombra que plasme a perpetuidad ese
momento.
Pongámonos en situación: el lugar,
el barrio sevillano de las 3.000 viviendas, porros y papelillos de liar; el
genio desacertado, Raimundo Amador; la persona a la sombra, Cathy Claret.
Cathy es una cantante del sur de
Francia, pionera y referente para los gitanos en la fusión flamenca, amiga de Raimundo y Rafael Amador, a Raimundo
había unos papelillos de liar que le gustaban sobremanera de la marca OCB, que
no se comercializaban en España, tanto que en sus viajes al sur de Francia se
cargaba de cajas de este papel que en las 3.000 era muy cotizado o la propia
Cathy en sus idas de Francia a Sevilla proveía del cargamento al barrio.
Esos papelillos tenían impresa
una marca de agua con la leyenda "Bolloré", referencia al fabricante
R. Bolloré que comercializa la marca OCB. Todo ello llevó a Cathy Claret a
escribir una canción como homenaje al mencionado papelillo y apología de la libertad
de fumar, la tituló "Bolloré" y la publicó en su segundo L.P. "Soleil
y Locura" en 1.991.
"Bolloré" tema de Cathy Claret en su álbum "Soleil y Locura" de 1.991
Raimundo junto a sus compañeros
en Arrajatabla, Luis Cobo "El Manglis" y Juan Reina, la incluyeron en
su único disco, el magistral "Sevilla Blues", pero
Raimundo pronunciaba mal el apellido del papelero y quedó versionada como "Bolleré"
y así pasó a la historia musical.
Actuación de Arrajatabla en Canal Sur interpretando "Bolleré"
Volvió a incluirla Raimundo en su
álbum en solitario "Gerundina", junto al inmortal B.B. King,
posiblemente la versión más conocida del tema, y nuevamente junto al genial blusista estadounidense en su álbum en
directo "Noche de Flamenco y Blues".
Raimundo y B.B. King en directo interpretando "Bolleré"
A partir de esta versión, la propia marca de papel de liar, sacó una edición con la cara de Raimundo Amador recomendando el papel y empezó a comercializarla en España.
"Bolloré
te quita las penas, bolloré pa' toda la vida, bolloré nos vuelve locos, bolloré
que papel".
El
controvertido y recordado cantaor flamenco Enrique Morente y el grupo de rock
granadino Lagartija Nick, se embarcaron en este magnífico trabajo con título de
grandilocuente letra griega y suntuoso sonido, Omega. Intentaré desbrozar sus
intimidades.
Arriesgó,
como siempre, Morente con este disco, denostado por los puristas del flamenco,
aunque somos muchísimos más los que pensamos que es una auténtica obra de arte
por ingenio e interpretación; y arriesgó Morente sobre todo en los seis temas
en los que aparece la electricidad lagartijera, los más innovadores e
impresionantes.
La
mescolanza sutil que logra la voz del flamenco moderno con su particular forma
de expresar “Poeta en Nueva York” de García Lorca y las versiones inmensas que
interpreta de Leonard Cohen vocifera calidad, cada tema es un ejercicio de
búsqueda y transgresión, independiente del resto, pero ininteligibles despojados
de la unidad, consigue un conjunto que no descarrila, una uniformidad que se
nutre de su propia integridad y sorprende, por atinada, la fusión con el thrash-rock
de Lagartija Nick, el acierto trascendental del disco.
Desde
el comienzo “Omega” nos anuncia que
lo que vamos a vivir no es algo esperado y viola con estrépito la mediocridad y
el conformismo, sobre la letra apocalíptica de Lorca se rinden los quejíos
espectrales de Morente y se expanden los toques de ambiente venenoso que
consigue Lagartija Nick con el desarrollo ascendente de sus instrumentos
eléctricos abonando el campo para una imprescindible guitarra flamenca de
Miguel Ángel Cortés, el progreso musical lo pedía, y los coros de Antonio
Carbonell y el Negri, aromas de martinete y angustia opresora delatando las
intenciones.
Continúa amasándose con la primera versión que
hace Morente de Cohen “Pequeño vals
vienés”, letra de Lorca sobre música del “Take this Waltz” de Leonard,
estirpe flamenca sobre acordeones, sobresalientes, y teclados de Tomás de San
Miguel, cajón de El Bandolero, contrabajo, suprema interpretación, de Javier
Losada y percusiones de José Antonio Galicia.
Con
“Sólo del pastor bobo” Morente
intenta ser algo más fiel con el rancio flamenco de palmas, Antonio Carbonell y
el Negri (al cajón también), y guitarras, el Paquete y Juan Antonio Salazar, de
la Barbería
del Sur a las bulerías lorquianas.
“First
we take Manhattan” de Leonard Cohen, se queda aquí reducida a “Manhattan” y se engrandece en los instrumentos
de los Lagartija, buen trabajo de los ritmos y la guitarra eléctrica,
consiguiendo la atmósfera ideal para que no separes ni un segundo los sentidos
de la interpretación, la guitarra flamenca de Cañizares se hace guía y suben
las serotoninas con el dueto magistral de los Morente, Estrella y Enrique,
ideología libertaria de abrumadoras sensaciones.
La
guitarra de Vicente Amigo se incrusta al filo del éxtasis en "La aurora de Nueva York"
para que el quebradizo quejío de
Morente ilumine la opresión de este poema de Lorca bajo el mullido fondo de las
palmas de Antonio Carbonell y El Negri, definición musical de simbiosis.
Duelo
a las seis cuerdas de Tomatito y Montoyita, nunca unos diminutivos delimitaron
tan fielmente la excelencia, y el cajón de Tino di Geraldo redirigiendo este "Sacerdotes" de Cohen a la senda
del flamenco, en la vereda del ritmo las palmas de Antonio Carbonell y El Negri
se dejan llevar y Morente siente, padece la letra, brillan los coros al cierre,
Las Negri, Aurora Carbonell, Estrella Morente y el propio Morente, término y
partida.
Magnético
ritmo el que imprime Lagartija Nick y las palmas de Antonio Carbonell y El
Negri a "Niña ahogada en el
pozo" donde Morente parece quedarse sin aire por momentos, efecto
consensuado, no tarda en llegar la andanada de la guitarra eléctrica del grupo,
más enmascarada la flamenca de Cañizares, para aumentar la angustia lorquiana.
Guitarra
flamenca de Isidro Muñoz para el cante de Morente en "Adán", un dulce y necesario desahogo.
Cañizares
y Morente se deslizan por el flamenco en "Vuelta
de paseo", invasión por sorpresa de los Lagartija Nick y Morente se
transmuta sin turbar el ánimo, coros de Antonio Arias, magia en el ambiente.
De
nuevo Isidro Muñoz a la guitarra y Tino di Geraldo en la percusión de "Vals en las ramas", Morente
lorquea profundizando el surco de senderos ya transitados.
Vuelve
la visión de Morente de Leonard Cohen con "Aleluya",
intro de Vicente Amigo con la flamenca, cajón de Tino di Geraldo, se eriza el
aire al surgir los coros de Las Negri, Aurora Carbonell, Estrella Morente y
Enrique, ahora son los Lagartija Nick los que asoman tímidamente, casi de
puntillas, recogimiento en la atmósfera electrizante.
Flamenco
sedoso en "Norma y paraíso de los
negros" a cargo de la guitarra de Isidro Muñoz y la percusión de Tino
di Geraldo, los coros y palmas, como no, de Antonio Carbonell y El Negri,
Morente canta la pena, sueña el cante.
Apoteosis
final en "Ciudad sin sueño",
Lagartija Nick al mando y Morente quejumbroso, de fondo las palmas, siempre las
palmas, y los coros de Antonia Carbonell y Estrella Morente, sístole del alma
en la aceleración final, misticismo delirante.
Extenuado
y feliz, el resuello musical a punto de ebullición, contrastes esenciales,
existencia atestada y la calma inquieta. Reposa, sedimenta.
Residuos de espejo roto, escalera
traicionera y atrayente, la esbeltez sensual de un gato negro, sal derramada
seduciendo al ingenio y de corolario "1rec3", afrontando el
destierro de la suerte como ingrediente determinante de este suntuoso camino
musical que transitamos acompañando a Randy López.
Y es que Randy no ha dejado nada
al azar, ni nada es por casualidad, trabajo es lo que encierra este Trece,
donde su voz, nacida en la barrica noble del rock andaluz y madurada hasta su
epíteto de gran reserva del género, despliega su potencial en cada uno de los
temas haciéndonos retroceder al futuro horizonte que oteábamos desde aquel
presente eminente de esta singular forma de entender el rock.
Su timbre es la huella que
seguimos en el disco embarcándonos en un sinuoso viaje de callejuelas y patios
cordobeses y es que todo el disco rezuma olor a Córdoba desde la música, a la
vieja Córdoba califal desde la nueva Córdoba eléctrica, es sorprendente como se
incrusta en el epitelio sensorial los aromas a zoco y judería a través del
canto.
Una voz que se deja acompañar con
los ritmos de su, ya mítico, bajo y acicalándose con los ropajes de la guitarra
eléctrica de Antonio Uclés, los cálidos perfumes de los teclados de Manuel
Almedina y los abalorios brillantes de la batería de José
Gutiérrez. Como invitados al paseo rítmico,Pepe
Bao, bajo en "Como una
postal" y "Rumor", Antonio Gutiérrez, cajón flamenco en "La guitarra" y "Como una postal", Jesús
Gómez, guitarra flamenca en "La
guitarra" y "Como una
postal", José Miguel Fernández,
voz en "Rumor" y Pedro López "Pikiki", voz
espectral en "Sewer king".
El disco comienza con "El
Jardín" una añoranza vital sobre la especulación urbanística,
teclados acolchados para el triunfo de la voz y un magnífico solo de guitarra
que te hacen recordar por qué el rock andaluz tiene este hechizo especial. Un
futurista, cada vez más cercano, e inquietante "Control" es el
siguiente tema con sabor andalusí y trasfondo progresivo donde el ritmo del
bajo y la batería lo llevan por terrenos algo más dinámicos. "Tempestad"
es el tema siguiente, con un hipnótico ritmo del bajo y el rock progresivo andaluz
nuevamente señalando la senda por el que transita. En "Adicción",
tema elegido como presentación de este trabajo, se juntan todos los ingredientes
que componen este disco, una maravilla para entender lo que significa el rock
andaluz como estilo musical, excelente los teclados y la guitarra, pero sobre
todo un Randy en plenitud vocal. El tema más flamenco del disco es "Como
una Postal", todo un compendio de como ensamblar los distintos
instrumentos eléctricos con la guitarra flamenca y el cajón flamenco,
inconmensurable el trabajo al bajo de Pepe Bao. La primera versión del disco,
hay tres, es la de "Rumor" de Triana donde Randy se hace acompañar a la
voz por José Miguel Fernández, ex-Medina Azahara, y, nuevamente, por el bajo de
Pepe Bao, un tratamiento diferente para este emblemático tema de Jesús de la
Rosa. Los terrenos musicales vuelven al progresivo cordobés de la voz de Randy
en "Estrellas"
donde la guitarra eléctrica se luce en insinuantes apariciones solistas. Es la
batería la que marca "Sewer King" sin
olvidarnos nuevamente de la guitarra eléctrica y los dejes de Randy, un tema
más duro que los demás, señalado además por esa voz gutural en los coros de Pikiki. La segunda versión, aunque la
composición original es de Randy, es "La Guitarra" con unos
arreglos distintos a los originales que aparecieron en "...En
Al-Hakim" de Medina Azahara, más reposados, dónde brillan nuevamente las
guitarras, la flamenca y la eléctrica, y el sedimento de los teclados. Ritmo de
blues en "Un Joven se Fue", de música callejera sevillana a
música callejera cordobesa, en un viaje Guadalquivir arriba mecido por los
remos del bajo y la batería y arrullado a la voz de Randy en la plácida cuna de
la guitarra eléctrica y el cálido arrope de los teclados, una maravilla. Cierra
el disco la tercera versión del mismo, "Lunático", aquel onírico
tema con ritmo de Reegae de Pata Negra, que Randy trata con suma fidelidad.
Vídeo del tema "Adicción", presentación de "Trece" de Randy López
El propio Randy López lo dice, ya va siendo hora de sacar el
rock andaluz a la calle y elevarlo a número uno, trece es el año, Trece es el
disco.
Asimilamos el Rock Andaluz a algo
nuestro, autóctono, una brillante amalgama de rock progresivo o sinfónico y el
flamenco en sus palos grandes, que en líneas generales puede servir como
definición, pero que, como defiendo desde hace mucho tiempo, no hay que
cerrarse a otras variables como el jazz (Guadalquivir, Dolores...) o el hard
rock en sentido amplio (Storm, Mezquita, Medina Azahara..., más reciente
Sefarad, Arábiga, Taifa...) en la vertiente eléctrica o la música clásica
española (Vega, Alameda...) sustituyendo al flamenco, por eso es tan complicado
establecer una definición taxativa, yo sólo aplico un subjetivo "me suena" a rock andaluz,
para clasificar un tema como tal.
Ni siquiera es andaluz per se, varios
grupos de fuera de Andalucía lo cultivaron, pero voy a más, desborda las
fronteras patrias y son muchos los grupos que intentaron este sonido desde
otros países, bien en temas sueltos, bien como género en su discografía,
siempre músicos rockeros, que sintieron la necesidad de impregnarse del
flamenco o la música española en algunas de sus composiciones; de eso trata
esta entrada, dar a conocer una muestra de lo que en otros países interpretan
lo que nosotros entendemos como Rock Andaluz.
Dejando aparte el "Rock
Encounter" de Sabicas y Joe
Beck, que pasa por ser el primer intento serio de este sonido, por la
nacionalidad del tocaor flamenco, el primer tema que se asemeja a lo que
posteriormente se llamó Rock Andaluz fue "Spanish Caravan"
que el grupo californianoThe Doors incluyó en 1968 en su álbum "Waiting
for the Sun", una interpretación psicodélica de la composición "Asturias" de Albeniz, que
posteriormente fue igualmente versionada por Medina Azahara en su álbum
Caravana Española y con el mismo título que el L.P.
En 1971, los ingleses Yes, por medio de su guitarrista Steve
Howe y su vinculación con el flamenco, incluyen en su álbum "Fragile"
el tema "Mood for a day", todo un clásico; el mismo Steve Howe fue quién incluyó
el sólo de guitarra flamenca en el tema "Innuendo"
de Queen.
El grupo Carmen, una banda anglo-americana que gira en torno a los hermanos
Allen, David y Ángela, y su formación flamenca, uno a la guitarra y la otra al
baile, desarrollan toda su carrera bajo este sonido, siendo a partir de 1973 cuando
publican su primer L.P. "Fandangos in space" y
este "Bulerías",
posteriormente editaron dos álbumes más en la misma línea que este primero.
Nuevamente desde los Estados Unidos nos
llegaba un grupo de rock progresivo "The Load" que incluía en
su primer álbum "Praise the Load" de 1976 el tema "Fandango"
una magnífica interpretación de lo que aquí en España empezaba a fraguarse,
aunque dudo mucho que hubieran tenido noticia de lo que Triana había
desarrollado en El Patio o lo que publicaba Gualberto ese mismo año en su
Vericuetos.
Hay que esperar al año 2000 para
encontrar otro intento serio de algo semejante al rock andaluz en el
extranjero, y corre de la mano prodigiosa de Yngwie Malmsteen, guitarrista sueco de metal neoclásico (recomiendo
sus videos con la New Japan Philharmonic para entender en toda su dimensión el
término) que en su álbum "Anthology 1994-1999" recoge
"Flamenco
Diablo" como tema inédito, aunque sé que se incluyó como Bonus
Track en una edición japonesa.
Desde Noruega, el grupo Ark con algunos miembros de la banda de
Yngwie Malmsteen, publica"Burn the Sun" en 2001,
donde incluyen el tema "Just a Little" estupenda
composición de inspiración flamenca, con momentos realmente impresionantes.
The Black Mages
es un grupo japonés de rock progresivo, con muy pocas intervenciones en
directos y cuya obra se basa en composiciones de su miembro Nobuo Uematsu
incluidas en los videos juegos de Final Fantasy, de su segundo álbum "The
Black Mages II: The Skies Above" del año 2004 es este "Vamo'
allá Flamenco" incluido en Final Fantasy IX.
En
2004 Benjamin Woods crea la banda Flametal
en San Francisco y sorprende con su álbum presentación "The Elder" en
2005 (antes editaron una Maqueta Demo) donde mezclan el Speed Metal con el
flamenco, logrando una aleación de sonidos que si a primera escucha puede
chocar, sobre todo en los temas vocales, te deja un agradable regusto cuando
sigues prestando atención, la calidad de los instrumentales es innegable; son
varios los temas de ese disco que podrían estar aquí, pero yo me queda con la
genial "Bruja Tortura".
El
virtuoso guitarrista estadounidense Joe
Satriani publica en 2008 el álbum "Professor Satchafunkilus and the
Musterion of Rock" y en él incluye "Andalusia" una
composición que cabalga entre flamenco y distorsiones en el ritmo de este tema
impregnado de rock sinfónico progresivo.
Si
nos dicen que hay un guitarrista flamenco nacido en Irán que fusiona su guitarra
con el rock progresivo a nuestro interlocutor lo tachamos poco menos que de
majara, pues nada menos que esto es lo que hace Mehran, Jalili de apellido, con el tema "Into the Abyss"
en su trabajo publicado en 2012 y de título "Subterranea"
una pequeña joya de gran brillo.
No
quería despedir esta entrada sin dos muestrarios que han despertado mi
curiosidad, aunque algo alejadas del rock andaluz como tal. Una viene desde
Italia de la mano de Daniele Silvestri
que en 1994 publica su álbum homónimo "Daniele Silvestri",
dentro encontramos "Il Flamenco della Doccia" difícilmente clasificable
aunque la indiferencia no será el sentimiento que te embargue como consecuencia
de su escucha.
Como
tampoco lo será el grupo japonés Rockamenco
con rumbitas que parecen sacadas de cualquier arrabal hispánico en su único
álbum hasta ahora de título sugerente "Pasión" y cuyo máximo
exponente de la música que contiene es este "Morena".
Espero
que esta muestra haya servido para despertar el interés del posible lector de
esta entrada en localizar otras pequeñas o grandes muestra de lo que aquí he
pretendido, que no es más que señalar el camino por el que músicos extranjeros
han transitado llegando a un cruce de caminos con nuestro rock andaluz, y a ser
posible las comparta con todos nosotros.
La frase no es mía, ni siquiera es
de Shakespeare por boca de Marcelo, fiel guardián de palacio, advirtiendo a
Hamlet y Horacio; referida al Sevilla F.C. es de un gran sevillista, de los
mejores que me he cruzado en el universo nervionense, mi más mejor amigo D.
José Antonio Molina Sánchez, ante las justificaciones esgrimidas por el Consejo
presidido por el condenado en primera instancia a siete años y medio de
privación de libertad, a diversas cuestiones en la pasada Junta General de
Accionistas (situación económica, dirección deportiva, "sevillómetro",
salchichas millonarias y apellidos indecentes) y que yo la traigo a colación
después de la sonora manifestación de ayer en el Ramón Sánchez Pizjuán.
"Del Nido vete ya" fue
coreado sin los vergonzosos silbidos que solían acompañar cualquier muestra de
disconformidad con el personaje, otros sí que fueron reprendidos de una u otra
forma, como la alusión a su condena carcelaria, hay gentes que aún ven bien que
el club siga dirigido por un condenado por fraude en concurso con prevaricación
y malversación de caudales públicos, seguro que sus gallinas las tienen a
recaudo de la zorra, pero si la pelotita no entra, que venga otro a ver si
cuela... bochornoso. Alguno incluso decía que si lo que queríamos era otro
Carrión u otro De Caldas, al terminar la ese del ignominioso apellido debió
caer en la cuenta de que eso ya lo tenemos, se sentó y ya no abrió más la boca,
mejor así, calladito.
Desgraciadamente esto es una
Sociedad Anónima Deportiva y manda el capital, que si además es de cemento armado,
aguantará los "Hola, hola, D. Manuel" mientras su fin sea el del
arraigo para evitar la cárcel, eso sí, su soberbia le hará atacar cual oso
herido, con zarpazos a diestro y siniestro, dirigido a todo aquel que pueda ir
desviando la atención, ganar tiempo es el lema y parece que el escudo el
objetivo, una vez pateada la afición.
O no, esta afición ya ha
demostrado más de una vez de lo que es capaz y visto lo visto ayer, parece que
las cañas se tornan lanzas, ya no hay en el horizonte Jiménez, Álvarez, Manzano
ni Marcelino como escudos protectores, Míchel es dócil hasta para la afición, ni
siquiera la cabeza de Monchi o Vizcaíno sería suficiente, no, es la cabeza
despejada del Sr. Presidente la que se pide, parece que ya engaña a pocos,
lástima que se hayan dado cuenta cuando a lo mejor ya es tarde.
Algo huele a podrido en
Dinamarca, ya sólo nos queda eliminar la carroña y espantar a los buitres que
se han instalado a esperar la descomposición en forma de apellidos ilustres o
deslustrados, ¿cómo?... ayer se dio el primer paso.
En la sima de su ser, así
llegaba, derrotado, cabizbajo, superado por el sombrío rostro burlesco de una
jornada luctuosa ante el estertor de su futuro, la soledad le aguardaba para
prestar oídos a sus últimos lamentos existenciales y regalarle el desdén como
respuesta. En el rellano del portal se encontró de sopetón, no esperaba
cruzarse con nadie, a su vecino, paradigma del triunfo social, que le aguardaba
con la lastimera sonrisa de superioridad que últimamente lucía ante él, se
detuvo abriendo el buzón de correspondencia, excusa para no coincidir con él en
el ascensor y tener que soportarlo durante algún minuto más, poco le importaban
las cartas amenazantes de bancos y acreedores y la publicidad incitadora de
consumos que ya no iba a realizar.
Se sorprendió al encontrar
solamente un sobre amarillo y abultado, sin remitente, dirigido a su nombre. Lo
abrió despacio y con desgana, alguna macabra amenaza le aguardaba sin duda,
pero no, su contenido era una especie de librito con pequeños relatos, un
corazón atravesado por una pluma era su portada, pensó que el suyo no soportaba
ya más puñales, Arábiga era el autor
y Retazos de Vida su título, lo
estuvo hojeando mientras subía en el ascensor descubriendo que no era un libro,
bueno, no era solamente un libro, sino que al final de fotografías y textos
aparecía un C.D. de lo que parecía un disco musical, pero ¿quién se atrevía a
sacar al mercado hoy en día una presentación tan lujosa para encerrar doce
canciones con el envoltorio narrativo de doce relatos? Sin duda locos convencidos
de su trabajo, apostantes infalibles a que el esfuerzo realizado tendrá
recompensa, benditos dementes. Buscó en su cartera sus últimos cinco euros y
comprendió que jamás hubiera podido adquirir lo que aquel enigmático ser le
había enviado, valíamás, mucho más.
Ya en su morada, se tumbó en el sofá, que hizo
las veces de diván, aireando mentalmente su soliloquio al inexistente
psiquiatra a modo de memorias. Antes había conectado el reproductor de C.D. con
el láser leyendo el regalo del desconocido, qué mejor que despedirse escuchando
música. Pensó en ella, su gran amor secreto, en el mismo instante que comenzó a
sonar "Eres Tú", y la vio bailando este tema de dinámicas
melodías, disfrutando del admirable, aunque corto, sólo de guitarra y los oportunos
teclados, qué diferente hubiera sido todo si el valor no se hubiera esfumado en
aquel único instante en el que la decisión de declararse la tuvo tomada, ya era
tarde; al escuchar el siguiente tema "Universos Digitales",
sintió la necesidad de conectarse a cualquiera de las redes sociales que
frecuentaba, disfrazando de medias verdades las medias mentiras de sus
virtuales amistades con las que amortiguaba su voluntario aislamiento, los
estribillos contagiosos le hicieron renunciar, concentrándose nuevamente en la
guitarra y ensoñó realidades paralelas que no le conseguían desistir de su
despreocupada intención; estaba decidido y más aún oyendo "Hablo de Ti"
los teclados progresivos no amilanaban su resolución, al contrario le hacían
encerrarse más en sí mismo bajo su angustiosa coraza; un rayo de esperanza
empezó a surgir con "Un Ángel Caído del Cielo", la voz, el rotundo bajo,
los teclados ambientando la estancia y nuevamente esa guitarra pero ahora más
enérgica a la par que sinfónica, todo de un rock andaluz destilado, conforme avanzaba
el tema pensaba en la certeza de la letra, la vida se va sin haberla disfrutado
y otros con más motivos para desecharla supieron disfrutarla sabiendo que lo
que le aguardaba era un trágico final, no tenía derecho a rendirse; se centró
en lo bueno que la vida le había ofrecido y lo que él había querido tomar, el
disco sosegó el ritmo escoltando su estado de ánimo con "Rosas Rojas"
donde la guitarra se lucía ante los acolchados teclados; de repente la imagen
de una botella de ginebra le hizo caer en la cuenta de dónde empezó su debacle
intentando refugiarse en ella, "Tras el Cristal" sonaba
por los altavoces, teclados preciosistas, la voz cambiando de registros, el
bajo marcando hábilmente el ritmo y la guitarra campeando en su terreno, justo la
fuerza que necesitaba para rechazar la tentación y rendirse al placer de
escuchar un excelente tema de rock andaluz; su ánimo iba subiendo a borbotones
cuando comenzaron los acordes de una exquisita guitarra española en "Una
Noche de Verano" acompañando a la voz que se iba transformando a lo
largo del tema, poco a poco iba subiendo de ritmo llevado con esmero por el bajo
y otra vez los teclados dando consistencia y la guitarra gustándose, ante esto
sólo quedaba seguir disfrutando y desechar de su cabeza las primeras
intenciones; la vida ya no era un lastre, sino un impulso y el estribillo
cantado de "Hoy Camino Junto a Ti" y el bajo del tema, la
potencia necesaria para afrontarla; recordó al escuchar "¡Ay, Amor!" cómo la
afrontó su abuelo, enfermo de alzheimer, siempre con una sonrisa ante aquellos
intrusos que a diario inundaban su vida, aunque el desconcierto de no conocer a
nadie le desbordara por sus adentros, se centró en las majestuosas guitarras,
los omnipresentes teclados y el sentimiento cálido de la voz, sintiendo la
magnificencia del rock andaluz alentándole esperanza; ya era él el que reía
recordando la imagen de los que le oprimían, de la misma estirpe de los que
emborronaron de especulación urbanística la estampa de Lucena, el pueblo al que
cantaban en "Recordarte y Suspirar" con sones de teclados arábigos,
magníficos coros y segundas voces, guitarra bordando el progresivo para invadirle
el espíritu de fuerza para luchar; la misma fuerza que le invadió en el momento que,
siendo niño, juró que lucharía contra el maltrato a los animales cuando acudió
a una corrida de toros y que ahora rememoraba escuchando "Pasodoble y
Humillación" lleno de potencia y rabia musical en todos los
instrumentos, incluida la voz; ya se encontraba pletórico y el teclado de "Entre
estos Vagones" le anunció que algo grande quedaba aún por suceder,
la voz le fue confirmando que el último giro de tuerca estaba teniendo lugar
para remontar el vuelo, su 11-M había pasado y no para hundirle, sino para repuntar
su ánimo, como anunciaba la guitarra española la solemne entrada del bajo y
la eléctrica, aquel día le serviría de acicate, su recuerdo sería sin duda
doloroso, recordaría que la vida es dura, muy dura, pero bella como ella
sola.
Videoclip presentación de Retazos de Vida, "Eres Tú"
Pensó en el anónimo remitente y
en silencio le dio las gracias, se estremeció ante lo oportuno del encuentro
fortuito con su vecino, de no haber abierto el buzón para esquivarlo no habría escuchado
este disco y no hubiera descubierto que aún quedaba la música como esperanza,
no una música cualquiera, sino esta música, la que guardaba tantos Retazos de Vida como doce y tanta vida
como una.
Agradeció a los músicos Juan José
Benítez (Voz y Coros), Mario J. Alcántara (Guitarras. Coros y Programación),
José Pino (Teclados y Programación) y Raúl Torrico (Bajo), y a los
colaboradores Araceli Flores (Coros adicionales), María Jesús Ramírez (Coros
Adicionales) y José Rubio (Segunda Guitarra Solista en "Tras el Cristal") el hacerle ver la vida bajo otro
prisma, el de la música impregnada de calidad y Rock Andaluz.
A la mañana del día siguiente,
salió al descansillo a esperar el ascensor, topándose con la sonrisa
conmovedora de su vecino, devolviéndole la suya con pátina maquiavélica, desarmando
al altivo conciudadano de tal manera que bajó por las escaleras sin más espera.
Miró nuevamente los últimos cinco euros de su cartera
y sonrió eufórico, dispuesto a comerse el mundo.
La
memoria es frágil cuando ante tu mirada se encuentra un todo dispuesto a
cambiar tu percepción de la realidad con argumentos más o menos peregrinos y
todos parecen haber sufrido un rapto de amnesia, inopinado y funesto síndrome
que de un plumazo borra nuestros recuerdos. Te encuentras en un mundo extraño,
ajeno a tu ser, perdido y divagando entre sombras que parecen perseguirte y
luces que se apagan a tu paso, te preguntas por qué todos van contracorriente,
quizá seas tú el que sufre los síntomas y no los demás, pero no, repasas el
pasado desde el más lejano al más reciente, lo recuerdas, lo vives, hay
momentos mejores, los más remotos, y momentos aciagos, los más cercanos, y
respiras tranquilo, no eres tú, son los demás.
¿Y
esto a qué viene? Pues a que ante este nuevo disco de Medina Azahara, la
memoria colectiva sobre este grupo parece haber emprendido un viaje al punto de
no retorno en dos aspectos fundamentales para poder hacer una crítica exenta de
prejuicios. Por partes.
En
primer lugar este disco no se grabó con el nombre de Medina Azahara, sino con
el de La Luz, iba a ser el disco de presentación de esta nueva banda de Rock
Andaluz y por los cambios producidos en Medina (a consecuencia de este disco
precisamente) en el momento de editarse, La Luz había pasado al limbo y se había
transmutado en los nuevos Medina Azahara y con este nombre decidieron sus
componentes firmarlo. Estoy seguro que esta crítica, en algunos aspectos,
hubiera sido diferente de haber sido la Opera Prima de La Luz, un grupo sin
bagaje como tal, en vez de un vástago putativo de Medina Azahara y su historia
de más de treinta años a cuestas; así se han empeñado en que sea, pero la
memoria se pierde en el olvido y la letra impresa queda para la posteridad sin eventuales
"digos" y "diegos".
En
segundo lugar, veo con estupor el intento de presentarnos este trabajo como una
vuelta a los orígenes de Medina Azahara, ¿a qué orígenes?; es cierto que el
disco tiene momentos álgidos de Rock Andaluz, me atrevería a decir que en
determinados cortes magníficos temas de este género, pero no veo rastro de los
primeros Medina, no encuentro paralelismos con "Paseando por la Mezquita", "La Esquina del Viento", "Andalucía" o "Caravana
Española", ni siquiera con "...En
Al Hakim"; algo en algunos cortes, insuficiente a mi entender, con los
siguientes sobre todo "Árabe"
y "Aixa" y, afortunadamente,
muy poco con "La Estación de los
Sueños" en adelante, salvo en ese perpetuo, de un tiempo a esta parte,
homenaje rumbero. Para acabar con este estado de amnesia colectiva, pues parece
que la mayoría asume este retorno, subrayo que siendo un disco con buenos temas
de Rock Andaluz, no es una vuelta de Medina a sus inicios, sino un nuevo sonido
dentro del género que han querido presentarnos como de Medina Azahara pero que
en sus aditamentos no se encuentran sustancias de los anteriores, ya he dicho
que este disco está pensado, compuesto y grabado como La Luz.
Vayamos
al disco en sí, que es de lo que se trata. Quiero matizar que el disco se
compone de catorce temas, aunque dos de ellos "Sevilla" y "La Última
Batalla" aparecen duplicados, uno con colaboración y otro sólo con los
miembros de Medina, por lo que esta crítica la haré sólo de los doce temas del
grupo, aclarando ahora mi parecer de las colaboraciones, en la primera es el
grupo Fondo Flamenco el invitado del que sólo diré que no se el por qué de esta
contribución estropeando un tema destinado a ser la presentación de este
trabajo, en la segunda es David de María el convidado y para ser sincero no me
ha desagradado su intervención, es más esta versión me gusta más que la
original, creo que David aporta un punto de calidad a la letra cantada. Otro
apunte es el de los coros, donde desaparece en el disco Manuel Escudero
habitual en los discos de Medina (¡si es que era de La Luz que no te enteras!),
aunque en el videoclip de lanzamiento ya sí que aparece. En cuanto a los
componentes, por fin he escuchado a Paco Ventura por terrenos puros del Rock Andaluz,
me ha gustado su ejecución a la guitarra en el disco, sobresaliente en algunos
momentos, también un fuerte protagonismo de Manuel Ibáñez con los teclados,
lógico si querían remarcar este sonido, y mayor presencia en la composición, a
Manuel Martínez lo he notado mejor que en anteriores trabajos en la voz y algo
falto de frescura en las letras de determinados temas que podrían haber dado más
de sí, ¿los nuevos componentes?, tanto Nacho Santiago a la batería como Juanjo
Cobacho con el bajo muy a tono con los demás componentes, aunque sin una
marcada presencia, creo que ha sido un acierto su incorporación para retomar el
Rock Andaluz como sonido.
Me
dirijo a dar mi impresión sobre los cortes, el primero "Sevilla" es el
de presentación del trabajo, un acierto sin duda en su elección y aunque no es
el que más me gusta, sí es un tema de Rock Andaluz con una inmensa calidad, sin
duda un himno para esta ciudad, me ha sorprendido la batería de Nacho realzando
el ritmo del tema y los, esperados por mí, solos de Paco Ventura y muy logrados
los efectos de las teclas en todo el tema. Es el siguiente corte "Un
Nuevo Sol", nuevamente Paco lleva a sus cuerdas por derroteros del
Rock Andaluz, así como los teclados de Ibáñez, algún giro progresivo donde destaco
un solo del bajo de Juanjo, un momento preciosista que se me hace corto. Vienen
a continuación dos cortes que no deberían figurar en un disco de Rock Andaluz,
aunque por distintos motivos, el tercero "Corazón Herido" se sumerge
en terrenos de flamenquito facilón que pueden llegar a confundir lo que es este
género musical, sin duda será uno de los más tocados en directo, pero que
musicalmente no dice nada, algún momento de la guitarra de Paco Ventura y nada
más; el cuarto es "La Última Batalla", una de las mejores letras del
disco para una balada preciosa pero también alejada del Rock Andaluz, en la
versión con David de María se incorpora una locución de Jesús Vigorra que no se
añade en la versión del grupo sólo, lucida la interpretación de Manuel Martínez
y la colaboración de David de María. "Libertad y Luz" es el tema
más potente del disco y rebosando Rock Andaluz por los cuatro costados, con
varios registros diferentes en la guitarra de Paco Ventura, brillante por
momentos. Estamos en el momento clave del disco pues a continuación viene "Al
Despertar" si en el anterior es la guitarra la que sobresale en
este son los teclados de Ibáñez y la voz de Manuel Martínez, muy cercanos a los
tonos trianeros de Jesús de la Rosa en ambos caso, es sin duda el mejor tema para
mí del disco, seguido muy de cerca del anterior. En "En Mil Colores en tu
Corazón" desaparece en algo el Rock Andaluz para incluir algunos
teclados de esa segunda época "medinera" a la que hacía alusión de
"Árabe" y "Aixa", incluso los ritmos parecen ir por estos
derroteros, flojito aunque pasable. No puedo decir lo mismo, lo de pasable, de
la versión que incorporan de "Busco" un tema
emblemático de la primera etapa, más acelerada que la original, pero cargándose
la esencia del tema con los ritmos y algunos arreglos nuevos que incorporan,
para mí uno de los temas que sobran en el disco. Igual me pasa con "Quiéreme
o Déjame" ¿homenaje a qué?, ¿no habíamos dicho que este era un
disco de Rock Andaluz?, algunas veces pienso que la perspectiva de algunos está
distorsionada. Cuando felizmente se acaba, arranca "Algo Cambió"
para entrar nuevamente por los caminos del Rock Andaluz, un tema con algunos
momentos destacados para los solos continuados de teclado y guitarra. Sigue el
disco con una nueva versión, en este caso "Rumor" de Triana que
afortunadamente respetan bastante de la original y en lo nuevo que incorporan no
hacen más que adornar este magnífico tema. Por último un nuevo canto a una
capital andaluza aunque en este caso no a la ciudad sino a un suceso de la
misma, "Al Pie de la Alhambra" narra el momento en el que
Boabdil el Chico lamenta la pérdida de la Alhambra y por ende de Granada, tema
rapidito, con melodías arábigas más que flamencas accesorias al Rock Andaluz,
aunque sin entrar de lleno en el género.
Videoclip presentación de La Memoria Perdida, "Sevilla"
Buen disco aunque lejos
de la excelencia y mucho más lejos de los primeros Medina como nos quieren
vender, puede que sean los nuevos Medina que vieron La Luz, lo que ya sería
para estar contentos en el futuro.
Aún hay seguidores del rock
andaluz que le niegan el pan y la sal dentro del género a este grupo mallorquín
al entender que este sonido tan peculiar pierde su esencia en la mezcla con el
metal. No soy yo uno de ellos y espero que aún sean menos una vez que escuchen
este "Despertando el Silencio",
el nuevo trabajo que nos ofrece Taifa, lleno de flamenco, aires magrebíes, música
progresiva y el fondo metalero que es su seña de identidad.
En síntesis el disco rezuma
calidad en cada uno de los surcos digitales que capte el lector láser, me
atrevería a decir que el más cuidado de su discografía en cuanto a arreglos y
producción, algo muy difícil de conseguir por la mezcla tan dispar de
instrumentación, no olvidemos que además de los componentes de Taifa, Luis
Massot (voz y bajo), Antonio Medina (batería) y Víctor Arco (guitarra eléctrica
y española), en este disco colaboran Ricardo de la Concepción en los momentos
flamencos al piano, con el cajón y en las palmas, y la orquesta andalusí Abnae
Ziryab y el grupo gnawa Guya Abdessalam Bouzkeri en los momentos magrebíes,
todo bajo enérgicos y deslumbrantes giros progresivos que hacen que estemos
ante uno de los mejores discos de rock andaluz de los últimos años.
Se abre con "Una Razón para Vivir" un tema rotundo en la guitarra
eléctrica y mostrando la voz de Luis bien modulada y la sección de ritmo en el
toque justo, donde los Taifas más tradicionales se embriagan de las ambrosías
andalusíes, un buen aperitivo de lo que a continuación degustaremos. En el
segundo tema "Algo más que
Respirar" el inicio de percusiones norteafricanas no anuncia el metal
progresivo que encierra este tema, el más duro de sonido del disco, aunque
matizado con la sonoridad arábiga y el magistral solo de la eléctrica en el
interludio del tema y los apuntes flamencos de la guitarra en la continuación.
Hasta ahora el flamenco sólo se ha insinuado en el disco, pero a partir del
siguiente tema y que da nombre al disco nos vamos a saciar, que no empachar, en
"Despertando el Silencio"
el ritmo por bulerías del mismo te apunta directamente hacia el rock andaluz,
magnífico sonido el que Luis Massot le saca al bajo, acompañado por la batería
de Antonio Medina, y a los distintos tonos de su voz, así como magistral
nuevamente la eléctrica de Víctor Arco, al fondo la instrumentación magrebí te
explica el por qué de incluirla en este trabajo, siendo el single presentación
y un magnífico tema, no hace más que anunciarte lo que está a punto de llegar. Con
sones flamencos de guitarra y la voz de Luis en tonos más bajos y a capela con
ella se presenta "El Jardín de mi
Secreto", el piano de Ricardo de la Concepción entra casi de puntillas,
furtivamente, y de golpe un grito de Luis da un giro tan contundente como
inesperado al tema, contundencia en la entrada del bajo, la batería y la
eléctrica, dónde Víctor demuestra que su guitarra eléctrica es capaz de sacar
sonidos que algunos creíamos ya imposibles en el rock andaluz, un sólo que dura
poco pero qué regusto, un gran tema. El progresivo se hace mayor de edad en "Todo mi existir" giros rompedores
del flamenco, palmas incluidas, al rock más duro, y vuelta al flamenco, con la
guitarra, nuevo giro al rock, y de vuelta al flamenco, ya con el piano, y la
voz adaptándose a cada vuelta de tuerca, ¿no era esto el rock andaluz?, estamos
en el momento álgido del disco. En "¿Dónde
están mis Sueños?", son las instrumentaciones magrebíes las que
acompañan y refuerzan este tema de magnífica composición, algo más suave que lo
escuchado anteriormente, aunque sin bajar un ápice la fuerza de lo escuchado
hasta ahora. Yunques y quejío jondo
inician "Falsa Realidad" donde
la voz aflamencada de Luis lleva toda la carga del tema en sonidos más duros en
los instrumentos rockeros y algún matiz de los marroquíes. En "Persiguiendo una Mentira" es
la guitarra eléctrica la que da comienzo al tema por senderos de metal que se
apaciguan con la entrada de los sonidos magrebíes, unos buenísimos giros en la
voz de Luis y algunos momentos preciosistas de la guitarra realzan este corte.
A estas alturas crees que ya nada puede sorprendente en el disco y llega "Nana de Plata" las
percusiones y cuerdas magrebíes te hacen saborear el jengibre, el cilantro y el
cardamomo a la sombra de una jaima y, como dice Ángela, mi mujer, "qué bonito poder cantarle así a un
hijo, dale mi enhorabuena a Luis", pues ahí la llevas señor Massot,
preciosa esta nana de aires andalusíes. En "Burlando
mi Destino" el tema se va tornando cada vez más progresivo hasta
terminar de forma magistral, quizás un homenaje a ellos mismos en su evolución
como banda. Para cerrar un Bonus Track titulado "Jamming en Tetuán" percusiones árabes sobre la voz
flamenca de Luis grabado en directo en alguna noche de fiesta, trastienda de un
trabajo bien hecho.
Videoclip oficial del tema Despertando el Silencio de Taifa
Un disco completo, rotundo, pleno
de la esencia del rock andaluz y de una calidad difícilmente superable,
seguramente ellos no lo pretendían así, pero un guantazo sin mano a aquellos
que después de este disco se quedarán sin argumentos a la hora de criticar su
pertenencia, por la puerta grande, a este movimiento tan especial, en todos los
sentidos, que es el Rock Andaluz. Señores de Taifa, me quito simbólicamente el sombrero.
La sección de ritmo completa de Medina Azahara cambia de componentes, causan baja Manuel Reyes como baterista y Charly Rivera como bajista, que serán sustituidos por Nacho Santiago a la batería y Juanjo Corbacho al bajo, continúan Manuel Martínez como voz, Paco Ventura como guitarra y Manuel Ibáñez, que hace poco más de un año pasó de colaborador a miembro del grupo, a los teclados, con el apoyo en las voces como colaborador de Manuel Escudero. Hasta aquí nada que no ocurra en los grupos de rock con más o menos frecuencia, como en los propios Medina a lo largo de su historia.
Nuevos componentes de Medina Azahara en su página de Facebook
Nunca me he callado a la hora de valorar el devenir de Medina Azahara en los últimos veinte años y su propuesta musical, así que esta nueva situación no va a ser menos, porque entiendo que en este cambio, tan brutal como inesperado, hay un trasfondo que no se debe pasar por alto.
Por un lado las formas, en los anteriores cambios, la iniciativa de dejar el grupo partió de los propios músicos, sin entrar a profundizar en los motivos individualizados que llevaron a ello, en esta ocasión han sido los propios Medina (léase Manuel Martínez y Paco Ventura) los que “...han considerado llegado este punto prescindir de mí. He recibido esta "invitación" a marcharme con cierto asombro. Que quede claro que yo nunca hubiera abandonado Medina Azahara”, reconocido así por el propio Manuel Reyes.
Y por otro el fondo. De todos es conocido el proyecto paralelo que Manuel Martínez, Paco Ventura y Manuel Ibáñez estaban desarrollando bajo la denominación de La Luz, un grupo con temas más cercanos al estilo de los Medina originales, ese Rock Andaluz que fue perdiendo el grupo a partir de “... en Al-Hakim” y, si me apuráis, de “Sin Tiempo”, curiosamente coincidiendo con la entrada de Manuel Reyes. Y qué casualidad que sean los miembros de La Luz que no pertenecían a Medina Azahara, los que se incorporen ahora al grupo; es más el disco que estaba previsto sacar por La Luz en octubre en la discográfica Senador, saldrá ahora bajo el nombre de Medina Azahara con la misma discográfica, abandonando por segunda vez el amparo de Avispa. Está claro que mantener los dos proyectos en paralelo no era posible, en la página oficial de Medina Azahara en Facebook se puede leer “Para subirte a un escenario tiene que existir un buen rollo, divertirte con lo que haces y pasarlo bien para poder transmitiros lo que vosotros os merecéis y lo paséis estupendamente. Para hacer buenas canciones, tienes que tener buenas vibraciones”. Hablan también de los últimos conciertos y del estado en el que se encontraba el grupo en los mismos, ¿cómo se tienen que sentir los incondicionales que asistieron a esos conciertos?
Manuel Reyes no ha sido nunca santo de mi devoción en cuanto a gusto musical, su calidad como baterista está fuera de toda duda, y si las cosas se han producido como dejan entrever me parece una auténtica falta de respeto para un compañero que lleva en el grupo ininterrumpidamente más de veinte años, la salida de Charly Rivera la veo como accesoria y propiciada por la de Reyes. Los motivos se pueden extraer de ambos comunicados, a saber mal rollo entre los componentes, sin duda provocado por el proyecto La Luz, los tiempos de los ensayos se comparten y la composición de temas nuevos se ve también reducida en cuanto a dedicación, ya que de la inmensa mayoría de temas son autores Manuel Martínez y Paco Ventura; estos no aguantan más las desavenencias con Manuel Reyes y deciden prescindir de él. Piensan en Nacho Santiago para sustituirlo y deciden hacer lo mismo con el bajo, así el proyecto se unifica, dando por finiquitado el nombre de La Luz.
A mi entender, este movimiento no se va a quedar solamente en un cambio de nombres, sino que va a desembocar en una reordenación total del estilo musical de Medina Azahara, volviendo a unos orígenes que con Manuel Reyes a la batería eran prácticamente imposible y qué mejor que lanzar el disco previsto de La Luz como de los nuevos Medina y con una nueva compañía que rompe con todo lo que Avispa ha significado en su trayectoria.
Desconozco la calidad musical de los dos miembros nuevos, aunque los que los han oído me comentan que son bastante buenos, y de las grabaciones realizadas, pero si todo es por un cambio hacia el Rock Andaluz, bienvenido sea, aunque las formas empleadas para este cambio dejan mucho que desear.
Fiesta
de estrellas en una noche estrellada, noche sevillana sobre el marco cartujano
de los hornos alfareros y las cuevas de arcilla, unión mítica para que la magia
de la música invadiera de genes flamencos y rockeros por Diego Carrasco los
espacios silenciosos, de idas y venidas entre Triana y la Alameda mecidos los
sentidos por la voz perenne de Pepe Roca, de visiones del arrabal sevillano
escapadas de la guitarra de Ricardo Miño, de amalgama imposible derrotada por
el sitar hindú de Gualberto abrazando el flamenco y la voz jerezana del vasco
Maizenita (heredero directo del Califato Independiente), de guadañas rotas por
Aute con la luz oculta del alba futura y de vida alentada por los volátiles
dedos de Arturo Pareja Obregón sobre las teclas blancas y negras de su piano.
Fotografía de Manuel Molina en el Homenaje a Máximo Moreno de Antonio García Ocaña
Los
murmullos de fondo se van tornando en silencio cuando Manuel Molina se sienta
en su silla de enea, el mástil de su guitarra apunta al cielo y todas las
miradas apuntan a él, de blanco impoluto, brazos abiertos al cielo abarcando
con su sola presencia todo el escenario y su compañera inseparable colgando de
su mano izquierda, su desgarrada garganta gitana y la inmensidad musical de sus
tres acordes a la guitarra, no necesita más para enmudecernos de respetuoso
éxtasis, silencio roto en el mismo momento que el cielo quiso demostrar que los
añorados ausentes se unían a la fiesta; no, no fue fugaz, fue infinitamente
intenso, el momento álgido del homenaje a Máximo Moreno.
Pedro
Ricardo Miño nos enseñó Liverpool, el baile sacudió con taconeos el escenario
ante el cante de Pepe de Lucía, el jazz paseó espléndido por la Alameda de la
mano de Rafael Marinelli y su compañía; saltaron los resortes de las piernas
ante el influjo de la energía gitana de Raimundo Amador, la fiesta se volvió
intensa y el escenario pequeño, la guitarra del Pájaro, la de Charly Cepeda, la
afilada imagen del vástago del omnipresente Silvio, Sammy Taylor, despojado de
toda flema británica y la eterna memoria humana de Miguel Ríos, escenografía
del apoteosis en ida y vuelta y la huida de lo imposible.
A
partir de ahí, las guitarras eléctricas se erigieron en protagonistas, en la de
Antonio Smash la leyenda del underground tomó presencia, del rollo al enrolle,
saliendo del huevo los hombres en las praderas de Santa María de las Cuevas,
nada lúgubres ni suntuosas; Dogo hostigó el discurso musical, cuestión de
gustos, ante el enérgico y maravilloso duelo de las cuerdas de Charly Cepeda y
Pepe Suero; el Pájaro voló con la suya al encuentro inmortal con Silvio y su
forma de ver el rock desde el palco de la Semana Santa hispalense.
Eran
más de las cinco de la madrugada, ocho horas de música en inmejorable compañía,
y aún quedaba Pepe Begines y Zaguán, pero para desgracia mía, mis rodillas me recordaron
que la edad y el peso no son gratuitos, aún hoy soportan las consecuencias, por
lo que con todo el dolor tuve que dejar el recinto y la compañía, pero me cuentan
los que quedaron que el cierre fue sublime y a Zaguán pronto los veré en su
anual homenaje a Triana, por lo que la pena se mitiga en algo.
Atrás
quedó la demostración de que en Sevilla la magia aún es posible, los “Salta la Tapia” pueden mantener su
vigencia tanto en la música, como en la escucha, no había edades, sólo público
ávido de noches como la que el sábado embriagó el alma de un pintor que supo,
por fin, que es profeta en su tierra, al menos para un puñado de sonoros y
oyentes admiradores de su obra.
Creo
sin lugar a dudas que Máximo Moreno quedó satisfecho de su merecido e inmenso
homenaje.
P.D.: Agradecer a Antonio García Ocaña que me haya autorizado a ilustrar esta entrada con la magnífica fotografía de Manuel Molina, suya es la propiedad de la misma.
Hay asuntos que parecen sacados de una historieta de mis entrañables Mortadelo y Filemón de F. Ibáñez, con su Profesor Bacterio, el Súper y hasta Ofelia, con cameos del Botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, algún que otro Rompetechos y personajes de 13 Rue del Percebe.
Hoy saca el diario El Mundo la historia del fichaje del jugador de origen albano-kosovar del Sevilla At. Alban Bunjaku, a prueba en marzo, descartado por el cuerpo técnico y contratado en junio, intermediaciones, comisiones y empresa con currículum de cuchufleta. Ayer, el Sevilla F.C. juega un amistoso en Albania contra un equipo de ese país entrenado por el técnico Julián Rubio, reconocido sevillista, sin interés alguno ni aquí ni allí, habiendo más personas en los banquillos que en la propia grada, ¿rentabilidad del mismo? No sé para quién, pero el nombre del estadio ya da que pensar “Qemal Stafa”.
A todo esto el club sigue dirigido por un condenado en primera instancia a siete años y medio de cárcel por los delitos continuados de fraude, malversación de fondos públicos y prevaricación, sentencia que se encuentra recurrida, alardeando de la multitud de Fondos Propios y la evidencia de las arcas vacías, enfrascado en una guerra con una parte de la afición con trasfondo nada claro, una plantilla devaluada tanto en calidad como en valor y determinados departamentos de costes elevados con nulos beneficios, al menos para el Sevilla F.C.
Lo de la mujer del César, no basta con serlo sino parecerlo y serlo no sé si será, pero parecer se parece mucho, vamos que el tufillo empieza ya a desinhibir la pituitaria de tanto hedor, pero nada, aquí seguiremos cruzados de brazos, esperando a que al genio del marketing sevillista, después del viajecito por tierras albanesas, se le encienda la bombillita de cambiar el nombre del estadio para obtener ingresos de la Agencia para el desarrollo del Turismo de la República Democrática del Congo, rebautizando la Bombonera nervionense con el nombre de “Qemal Uele”.
Ni Ibáñez sería capaz de entrelazar una historieta como esta y es que, a veces, la realidad es mucho más enrevesada que la ficción.